ZAPATERO NOS PIDE UN EMPUJÓN.

Escucho en una entrevista a mi “amigo” y presidente José Luis Rodríguez Zapatero en la que le preguntan que pide a la ciudadanía en estos difíciles momentos que estamos atravesando. Y como es normal en él saca su prolifera y culta verborrea y lanza eso de: “los españoles deben estar seguros que si mantenemos la serenidad y la convicción que entre todos podemos sacar esto adelante, pronto, muy pronto; veremos que esto ha sido un mal momento mundial y que nosotros hemos salido airosos porque nuestra sistema bancario y nuestros expertos económicos han sabido manejar la situación. Pero eso sí, necesitamos de la ayuda de la ciudadanía en especial que es quien debe dar el empujón para que este vagón salga adelante, eso es imprescindible”. ¡Tócate los huevos!.

Ahora resulta que encima de to lo que han dado y siguen dando, que después de los meses que llevamos que ni nos llega ni pa el café y la cervecita y que los únicos dineros que se han visto se lo han llevado los de siempre, los bancos, ahora resulta que encima el que tiene que dar el empujón de verdad somos nosotros.

Me da que ZP no caga bien últimamente, ¡vamos que está un poco estreñío!, porque cuando la cosa estaba buena a mi no me llamaron para repartirme algo del pastel que se llevaron los bancos, es más me subieron la hipoteca. Tampoco me bajaron los impuestos, que va, me metieron dos subidas de IRPF y me cambiaron las escalas de desgravación. La luz y la bombona me han subido estos años casi un 7% y la gasolina me la han estado cobrando como si al coche le pusiera jamón de pata negra.

De los impuestos locales ni hablo, ni de los libros y lo que han subido las medicinas; tampoco le pediré cuenta por lo que me subió ni la comida ni el tabaco, que aunque ustedes dirán que deje de fumar les contesto que una mierda. La Universidad de mi Albertito me sigue costando una pasta y las facturas de los dentistas la paga mis cojones y no me dedujeron ni un euro y una pasta que me gasté en especialistas porque esperar a las citas previas era ponerte peor.

Así que ahora no me venga el ZP con que de un empujón a la crisis que cuando hubo tiempos de bonanzas aquí mangaron los mismos y yo no he sido, conste. Al revés, en tiempo de crisis me metí en una trampa, nunca mejor dicho, que comencé pagando 564 euros y a los pocos años se puso en 820 y eso se lo llevaban los bancos. En tiempo de bonanza los del ladrillo vendían casas por el doble de su valor y la mitad de dinero lo cobraban en negro, así que ya sabe a quién pedirle el empujón.

Así, que Zapatero no me pida que empuje, que yo a la única que empujo es a mi parienta por las noches y solo cuando ella quiere y no tiene dolores o está cansada, pero si ZP quiere que le dé un empujón que venga a mi casa que ¡le doy uno que rueda to las escaleras abajo!.

¡¡Grrr ay Oma!!