miércoles, 15 de abril de 2009

POLDY BIRD

Poldy Bird nació en 1941 en Paraná, provincia de Entre Ríos, pero desde niña vivió en Buenos Aires. Sólo tenía ocho años cuando su madre murió a causa de un accidente de tren, ese trágico episodio marcó su vida, pero también signó su destino literario: “Mi mamá era escritora y yo heredé esa vocación”. A los 16 años, ya había publicado su primer cuento y, a los 17, comenzó a publicar, de forma profesional, poemas y colaboraciones en importantes revistas y suplementos literarios, tanto argentinos como del exterior. Por su gran capacidad literaria, ha sido reconocida con varios galardones entre los que se destacan el Santa Clara de Asís y el Premio Mundial Consagración de la Literatura.
Agradezco a CORRECAMINOS con CORÍN TELLADO que trajo a mi mente a Poldy y hablar de amores.
Imágen: JMIUR


Entre sus obras más famosas se encuentran "Cuentos para Verónica", "Cuentos para leer sin rimmel", "Nuevos cuentos para Verónica" y "Cuentos con niebla".
En relación a ese primer libro inspirado en su hija, aseguran que es una de las publicaciones argentinas más vendidas luego del Martín Fierro, con un envidiable récord de 2.000.000 de ejemplares vendidos en nuestro país, lo señalan como el “primer libro argentino traducido al japonés”.
Verónica, la musa inspiradora de sus cuentos falleció en 2008 a los 39 años de edad "El sábado se murió Verónica, mi hija, mi nena, mi todo, de un infarto masivo como Martín, su papá, hace añares. No puedo agregar nada más, sólo lagrimas".



BUSCÁNDONOS

Nadie encuentra lo que no está buscando. No es verdad que las cosas aparecen de pronto; que, sorpresivamente, cuando para la lluvia, vemos una hermosísima flor en el tallo en el que antes no había nada. Allí hubo, por lo menos, un capullo cerrado, algo que estaba por abrirse, por transformarse en flor...

Cuando un hombre encuentra a una mujer, cuando una mujer encuentra a un hombre... los dos estaban buscándose. Por soledad. O por dolor. O por ganas de revivir la vida insuflándole oxígeno a los pulmones. O porque sí. ¿Por qué explicarlo todo? ¿Por qué decir que la causa, el efecto, que la casualidad no existe, que...? Mejor pensemos que lo importante es que, cuando no hay alguien a nuestro lado, no hacemos tostadas (¿para mí solamente? No...), no gastamos el frasco de perfume, duran menos las latas de atún y más las milanesas en el freezer, compramos con más nostalgia que alegría un ramito de flores para llevar a casa, y estrenamos muy pocas cosas. Se van yendo las ganas, como se va la luz, poquito a poco... Y la noche nos asesta su golpe con el recuerdo, nos envía sus fantasmas más tristes, sus sombras incansables e inclementes. La noche que no termina nunca, que crece, que atormenta, que entrevera nombres, que ronda, que agiganta las lágrimas hasta transformarlas en un océano. Estamos solos porque no hacemos una llamada. Porque no damos el paso que nos acerca.

Porque no decimos la primera palabra que se transforme en puente. Nadie encuentra lo que no está buscando. ¿Por qué creés que vos y yo nos encontramos? ¿Desde dónde venías acercándote? ¿Desde cuándo yo esperaba que llegaras? ¿Por qué yo? ¿Por qué vos? ¿Por qué nosotros? ¿Por qué creés que no te desviaste, con otro rumbo, que no fuiste más hacia el sur, o más al norte, o al otro lado del mar incalculable? ¿Por qué pensás que me detuve para que pudieras alcanzarme, extender las dos ramas de tus brazos, abarcarme con toda tu ternura como diciéndome "ahora ya no te pasará nada malo, nada triste, nada cruel"; podés dejar de llorar, podés dormir con los ojos cerrados, mansamente y, al despertar, no estarás sola... Nunca más estarás sola. "¿Y yo no estaré solo nunca más...?" ¿Por qué? Porque los dos estábamos buscándonos.

Porque desde aquella lejana, lejanísima primera vez que nos vimos, quedó un delgado, finísimo, invisible hilo uniéndonos... un hilo que nada puede cortar, un hilo que atraviesa paredes, muros, montañas... un hilo indestructible que no soltaste, que no solté, y que al fin volvió a reunirnos para que la historia termine su retrato, tal vez poniendo un poco menos de tonalidad en la paleta, o distintos colores y brillos, pero retornando a los dos mismos protagonistas.

Vos y yo. Regresando. Volviendo al paraíso prometido que salimos a buscar sin saber que lo teníamos tan cerca, debajo de los pies.

Cuando un hombre encuentra a una mujer, cuando una mujer encuentra a un hombre... los dos estaban buscándose. Nadie encuentra lo que no está buscando. ¿Me entendés, ahora?


Algo Contigo??? VICENTICO!!!


TRADUCIDO AO PORTUGUÉS

4 comentarios:

  1. Me ha gustado ese trocito de libro que has transcrito. Creo que es un libro para leer despacio, saboreando su contenido y reflexionando sobre lo que dice para después comentarlo.

    Me ha picado la curiosidad y me temo que voy a tener que empezar a buscar en la librería.

    Gracias por descubrírme esta escritora.

    Un abrazo.

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  2. y la canción de Vicentico una pasada¡¡¡
    saludos Opaito

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  3. No conocía este cantante ni esta versión de esta canción que tanto me gusta. Gracias.

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  4. MAC te ha gustado, qué bueno!!!...besitos x 2

    MOISÉS Vicentico es un gran autor, aquí está haciendo una versión excelente (para mi jajaja) de un tema que no es suyo.

    ANDEREA ya pondré otros videos de el, tiene canciones muy bonitas!!!
    Me alegro que les haya interesado...besos a los dos!!!

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