
ESTA MAÑANA EL SOL LES PERTENECIA
"El sol les pertenecía aquella mañana, tras mucho tiempo de espera en gris, de días, semanas, meses y años de espesas y oscuras nubes, como espesos y oscuros mantos de luto, de milenios y eras de de la más absoluta oscuridad.
Se acercó, despacio, por detrás, situándose a su espalda. El presintió su proximidad y percibió su cuerpo a través del camisón de seda con el que la había visto hacía unos instantes, a través del espejo empañado del cuarto de baño.
Sintió su abrazo, y sus manos bajo la camiseta de algodón, la caricia en su pecho, su cintura, los labios en su cuello a la altura de sus hombros, mientras notaba su aliento cálido, su respiración profunda , el cosquilleo de su cabello en la espalda.
El sol les pertenecía aquella mañana, dibujando guiños en el techo de aquella pequeña habitación.
Y sujetó las manos de ella entre las suyas para detener ese instante que iba creciendo en tensión, en deseo…en un cuerpo que ya no podía contener las ganas de volverse y encararse con la boca y con el cuerpo de la mujer que estaba a su espalda.
Quería detener sus manos en las de ella, alargar el impulso, disfrutar largamente de ese instante de mágica promesa, como una antesala del delirio que estaba por llegar.
El sol les pertenecía aquella mañana y lo demás no importaba.
No hubo palabras, tan solo el ritmo acompasado de su respiración y la de ella y esa sensación de mareo, tan deliciosamente inquietante, mezcla del calor de su piel, del perfume que emanaba de su pecho, de sus hombros, de su vientre, del tacto de la seda, resbalando en complicidad con sus manos por todo su cuerpo, convocando, a través de los tirantes caídos, a la conquista de un territorio al que se llega por laberintos más sutiles, si cabe, que los de la propia desnudez.
Los ojos cerrados no hacían mas que acrecentar el vértigo, la búsqueda incansable de los cuerpos entre sí, de las bocas entre sí, anticipando el instante de la caída al vacío.
Y el sol les pertenecía aquella mañana. Había trapasado las rendijas de la persiana y se había reflejado en el techo de la habitación, como anticipo de un amanecer en el que la rutina del despertador y la ducha se habían ido al lugar en donde se situa lo irrelevante.
Ni siquiera era domingo, ni siquiera había pétalos de rosa esparcidos por la cama y el suelo, ni siquiera había una vida por delante, ni siquiera había una promesa… tan solo, el sol, esa mañana, les pertenecía.
Después de eso hubo días de sol, días de lluvia, largos días de invierno y cortos días de verano.
Después de eso la geografía, con el sol por testigo, trazó, como en las líneas de un mapa, la distancia que castiga a quienes se atreven a adentrarse en la luz de un territorio prohibido.
-.Pinta, le pedía siempre, píntame algo que sea solo nuestro.
Y ella respondía al otro lado del teléfono, tan lejos como larga es la sombra de los dias sin sol.
-. Lo hago.
Y con una media sonrisa, respirando profundamente, la mirada perdida en sus recuerdos, las manos manchadas del rojo, amarillo y naranja del sol, volvía al lienzo y seguía pintando .
Porque aquél día, aunque el resto del mundo hubiera levantado la vista hacia el cielo, sin apreciar la diferencia, aquel día, el sol ,
solo a ellos,
unicamente a ellos,
les había pertenecido "
El premio por ser la ganadora ya sabéis que es un cuadro que regalan los Opaitos que han colaborado de esta manera en el certamen

En breve comienza un nuevo concurso, ya os tendremos al corriente.
Saluditos.
Felicidades, por ganar el concurso y por el bonito cuadro que te llevas.
ResponderEliminarHace algun tiempo que lo leí y me gustó. Es un relato "redondito". Un poco corto quizá. Pero ya lo dijeron "lo bueno, si breve, dos veces bueno"
Felicidades
Què chula la historia!!! Felicidades!! Quiero participar en la pròxima convocatoria. Estarè pendiente.
ResponderEliminarCariños
Gracias Opa por tu felicitación y por ese magnífico regalo del que pienso presumir con las visitas.
ResponderEliminarFelicidades también al Cabreado por ese tercer puesto y sobre todo por ese gran relato que ha sido uno de mis favoritos.
Un abrazo.
Sin duda una gran historia si señora jejejeje
ResponderEliminarMis felicitaciones a Calenda y a todos los participantes, incluido a ti, que eres quien ha trabajado de lo lindo.
Ahora Calenda, recuerda que las alcayatas deben ser del 50, para que aguanten el peso del cuadro jajajaja
felicidades...
ResponderEliminarYa la he felicitado y ahora me queda felicitarte a ti por regalar ese magnifico cuadro.
ResponderEliminarBesitosssssssssssss