miércoles, 8 de octubre de 2008

Dedicado a las personas que han nacido antes de 1975


Este escrito que ahora publico y del que ignoro el autor me llego en su momento via mail. Es curioso porque tambien durante un curso la profesora nos hizo comentarlo, aunque no tenía nada ver con el contenido del curso, para cambiar el chip. Ahí vá el chip, la patatita por si quereis comentarla, y si nó, gracias por leerla.
La verdad es que no sé como hemos podido sobrevivir:
fuimos la generación de la "espera", nos pasamos nuestra infancia y juventud esperando. Teniamos que hacer dos horas de digestion para no morirnos en el agua.
Dos horas de siesta para poder descansar, nos dejaban en ayunas toda la mañana del domingo hasta la hora de la Comunión. Los dolores se curaban esperando....
Mirando atras, es difícil creer que estemos vivos:
nosotros viajabamos en coches sin cinturones de seguridad y sin air-bag, haciamos viajes de 10 o 12 horas, con seis personas en un 600 y no sufriamos el sindrome de la clase turista.
Andçabamos en bicicletas sin casco, hicimos auto-stop, mas tarde en moto, sin papeles.
Los columpios eran de metal y con esquinas en pico. Jugábamos a ver quién era el mas bestia. Pasabamos horas construyendo carros para bajar por las cuestas y sólo entonces descubriamos que habiamos olvidado los frenos.
Jugabamos a "churro vá" y nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales.
Salíamos de casa por la mañana, jugabamos todo el día y sólo volviamos cuando se encendían las luces de la calle.
Nadie podia localizarnos. No habia móviles, nos rompiamos los huesos y los dientes y no habia ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abriamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños, y se curaban con mercromina y unos puntos. Nadie a quien culpar, solo a nosotros mismos.
Tuvimos peleas y nos "esmorramos" unos a otros y aprendimos a superarlo.
Comiamos dulces y los refrescos que podiamos, pero no eramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto.
Compartiamos las botellas de refrescos o lo que se pudiera beber y nadie se contagió de nada. Nos contagiábamos los piojos en el cole y nuestras madres lo areglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
Quedabamos con los amigos y saliamos, o ni siquiera quedábamos. Salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, al coger, al rescate, a la taba...., en fin, tecnología punta. Ibamos en bici o andabamos hasta casa de los amigos y llamábamos a la puerta. Imaginense! Sin pedir permiso a los padres, y nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel, Sin ningún responsable! Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, perdimos mil balones de futbol.
Bebíamos agua directamente del grifo, sin embotellar, y algunos incluso chupabamos el grifo.
Ibamos a cazar lagartijas y pajaros con la escopeta de perdigones, antes de ser mayores de edad, y sin adultos, Dios mio!
En los juegos de la escuela no todos participan en los equipos y los que no lo hacían tuvieron tiempo de aprender a lidiar con la decepción, sin necesidad de psicólogos. Algunos estudiantes no eran tan inteligente como otros y repetían curso.
Veraneabamos tres meses seguidos y pasabamos horas en la playa sin necesidad de proteccion solar Isdin 25, sin clases de vela, de paddle, de golf, pero sabíamos construir fantásticos castillos de arena y pescar con arpón.
Los chicos ligaban con las chicas persiguiendolas para tocarles el culo, no en un chat diciendo :) :D :P
Tuvimos libertad, fracaso, exito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

10 comentarios:

  1. Efectivamente, somos de la generación de la espera e hicimos todas o muchas de esas cosas y otras que no están reflejadas y que podríamos ir explicando. ¿Quiere decir eso que cualquier tiempo pasado fue mejor? No, no lo creo. La conclusión o una de las conclusiones que podemos sacar es que tal vez ahora sobreprotegemos demasiado a nuestros hijos.
    La sociedad ha cambiado, es más materialista, por eso buscamos culpables hasta debajo de las piedras a ver si de ellos podemos "sacar" algo. Los alimentos están más adulterados que antes, las tecnologías que tal vez debieran unirnos, muchas veces nos separan, pero aún y así estos tiempos no son peores, son secillamente diferentes. Gracias por esta entrada, me has hecho recordar muchas cosas y sonreir mientras las pensaba.

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  2. Bonitos recuerdos y cierto que no todo lo pasado es mejor, pero si que en el pasado habia cosas tan bonitas coomo que le debamos mucho valor a lo poquito que teniamos y que el instinto de superación y supervivencia de los niños eran muy diferente a los de ahora.

    Un saludo.

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  3. Yo soy de los años sesenta y tantos ¡Qué tiempos aquellos! ¡qué recuerdos! ya no volverán pero los tenemos en nuestra memoria, nadie los podrá arrebatar de nuestro baúl de la mente.

    Un beso.

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  4. eeeeeeeehh que nosotros somos del 78 y también hemos mamao to eso jajaja

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. "adrede" no puse como acababa el texto que me llegó: "y es que ahora todos los niños salen gilipollas".
    Creo que no es así. Los niños saldran como niños que son, condicionados por todas las caracteristicas de su entorno.
    Soy de la quinta del 59 y bien me hubiera venido en la "espera" la tecnología que hay hoy en día.
    Gracias a todos por vuestros comentarios y si quereis el debate sigue abierto

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  7. Yo soy del 84 y también viví mi feliz infancia así, jugando en los columpios sin suelos acolchados.

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  8. Ainssssss y ese patinete de madera, hecho a mano, con una caja de bolas que mi hermano mayor había conseguido en un taller a cambio de su colección de cromos de no se que...y con el que nos tirábamos cuesta abajo, los dos.. y nos sentíamos los reyes del mambo.Cuantas cosas y cuantos recuerdos... Gracias Correcaminos por devolverme un ratito de preciosas nostalgias.Un abrazo

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