¿QUE ES LA LIBERTAD?

Hola a tod@s:

¿Qué es la Libertad?

La real Academia Española de la Lengua, nos ofrece hasta doce definiciones de esta palabra y once ejemplos de diferentes tipos de libertad.

De entre todas las definiciones me he fijado en la quinta que se expresa así: Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.

¿Curioso no? Permitidme que divague sobre esta definición o incluso, como opinarán algunos, que haga demagogia.

¿Quién tiene la facultad para afirmar o negar que un país esté bien gobernado? ¿Qué es el buen gobierno de un país? ¿Está nuestro país bien gobernado?

Seguro que si pudiéramos recopilar las respuestas de todos y cada uno de los ciudadanos en general que conforman nuestra nación o del mundo en general, encontraríamos respuestas muy dispares e incluso diametralmente opuestas.

En cuanto a las leyes, estas son las que son y con independencia de que creamos que son justas o no (recordemos que a la justicia la representan ciega) su existencia nos sirve y marca una forma y un estilo de vida. Las leyes no son principios matemáticos cerrados, ni siquiera son universales, ya que cada país o comunidad tiene las suyas propias. Las leyes pueden ser y son interpretadas de diferentes modos y aplicadas muchas veces con diferentes criterios ya sean respecto de a quien se le aplican o de quien las aplica, dependiendo en este caso del criterio del legislador. Solo hemos de recordar la sentencia del caso Mari Luz o las anulaciones matrimoniales de los tribunales eclesiásticos a los que me refería en un comentario anterior o incluso las dificultades que se están suscitando en la actualidad para aquellos que ejerciendo su libertad personal deciden apostatar.

Por otro lado ¿Qué son las buenas costumbres? y ¿Quién tiene la capacidad de decidir cuáles son las buenas costumbres? Las costumbres, buenas y malas evolucionan con el paso del tiempo , y por supuesto a diferente velocidad que la evolución personal de cada uno. Así por ejemplo a principios del siglo pasado el mostrar en una playa algo más que los brazos y las piernas de rodilla o tobillos para arriba hubiera sido atentar contra las buenas costumbres. La mayoría de los programas tertulianos de la televisión actual hubieran sido borrados de un plumazo o ni siquiera se hubieran llegado a emitir hace diez o quince años atrás, en plena democracia y sin embargo hoy vemos como algo de lo más normal y natural el sacar a la luz las miserias más íntimas de cualquier personaje o personajillo aludiendo precisamente a la libertad de expresión.

Sin lugar a dudas si hablásemos de la prostitución de las palabras, no encontraríamos otra más prostituida que la palabra “libertad” pues en su nombre se han cometido, se cometen y se cometerán, genocidios, masacres, violaciones de todo tipo etc.

Santo Tomás de Aquino escribió. “Mi libertad termina donde empieza la de los demás”. Una bonita frase que encierra una terrible verdad. Nadie es verdaderamente libre, puesto que si mis pensamientos, creencias, gustos, preferencias, opiniones, etc. perturban a los demás o a quien se erige en mi guía, tutelador, legislador, a la comunidad o sencillamente a ti que me estás leyendo y yo tomo conciencia de ello, deberé guardarme de expresar, sentir o mostrarme acorde a mis principios y/o creencias ya sean éticas, morales, religiosas, políticas o del carácter que sean.

Por lo tanto concluyo que el único ser libre fue Adán y eso con matices, porque podía hacer de todo menos comer del fruto prohibido, y lo será el último ser que quede sobre el planeta, el resto a vivir creyendo que gozamos de libertad.

Un abrazo a tod@s