Hola a tod@s:
Suelo publicar mis comentarios con una periodicidad más o menos semanal y creo recordar que solo una vez envié al blog dos comentarios el mismo día, así que hoy repito.
Desde el pasado lunes sufrimos las consecuencias de la huelga del transporte. Sé que ha motivado esta huelga, entiendo dichos motivos y hasta los comparto, por ello no protesto si para poner gasoleo a mi coche debo peregrinar por varias gasolineras, no me quejo si no encuentro ciertos alimentos en las estanterías del supermercado o me quedo sin poder enviar y recibir documentos en mi trabajo aún sabiendo que cuando esto acabe me veré desbordado de papeles.
No hago demasiado caso de lo que dicen los medios de comunicación que presentan una realidad distorsionada con el objetivo de obtener más ventas o sirviendo a otros oscuros intereses que pretenden presentar una imagen de caos y que solo causan alarma social.
He visto y he sufrido las consecuencias del celo de los piquetes en no dejar pasar ni un solo camión, furgonetas grandes y/o revisar las pequeñas por si transportan mercancías a pequeña escala produciendo con ello largas colas en las carreteras.
Lamento la pérdida de una vida humana a consecuencia de todo esto. Nada justifica la pérdida de vidas, pero al hilo de todo esto me surge una duda: Los piquetes de huelguistas ¿Son informativos o impositivos?
Si son informativos, deberían limitarse a eso precisamente, a informar e intentar captar o hacer solidario a quien están informando. Lo que no deben, porque poder ya se ve que pueden, es imponer su ley obligando a quien en ejercicio de su libertad no está de acuerdo con sus planteamientos y quiere ejercer su derecho a trabajar.
La esencia de toda democracia es el respeto por la libertad. Mi libertad acaba donde empieza la de los demás. Por ello nadie debe imponerme su voluntad y menos por la fuerza. Acataré, aunque no esté conforme, lo que la mayoría decida pero no lo que una minoría en contra del sentir mayoritario trate de hacer prevalecer.
Y eso es lo que está pasando en estos momentos. Mientras el 89% de los transportistas han aceptado el paquete de 54 medidas que ha puesto sobre la mesa el gobierno (No voy a entrar si estas medidas son las óptimas o las mínimas, básicamente porque lo desconozco) una minoría a través de la fuerza, el temor y en ocasiones las agresiones pretende imponer sus condiciones oponiendo la razón de la fuerza frente a la fuerza de la razón.
No es este el único caso. Hace poco tiempo en Transportes de Barcelona, un sindicato minoritario obligaba a la mayoría a paralizar el transporte público al mismo tiempo que intoxicaba a la opinión pública tergiversando la realidad de unas negociaciones donde el único objetivo era su propio beneficio en detrimento no ya de la empresa, si no del conjunto de los usuarios. Y como este podría enumerar muchos otros casos.
Tanto derecho tiene quien quiere hacer huelga como quien quiere trabajar, a unos y otros corresponde mediante el diálogo conseguir ser mayoría y convencer de los beneficios o inconvenientes de una u otra postura, lo contrario solo lleva a una espiral de difícil solución.
¿Cúal es vuestra opinión?
jueves, 12 de junio de 2008
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Yo creo que desgraciadamente en este país uno de los derechos menos respetados es ese, el de la libertad para trabajar de aquellos que no quieren hacer huelga.
ResponderEliminarEn alguna me he visto y es habitual ver como los oportunistas de siempre pierden la cabeza ante aquellos que quieren defender la postura contraria.
Este tipo de comportamientos siempre los he relacionado a aquellas personas que no desean participar en el juego de la libre competencia y no les interesa que se valoren individualmente su capacidad o lo que puedan aportar a la empresa y por tanto mueven a las masas para hacer más fuerza y conseguir lo que solos no podrían.
A pesar de las críticas que me puedan caer creo que forma parte de nuestro sistema que empresas o actividades que no sean rentables tengan que desaparecer.
Lo que me parece verdaderamnente injusto es que trabajadores de empresas estatales (por poner un ejemplo astilleros)tengan derecho a montarla y meter fuego a lo que haga falta para que el estado les siga pagando un verdadero pastón todos los meses (cualquier ingeniero cobra la mitad de lo que suele ganar la mayoría de ellos) mientras ellos siguen manteniendo sus niveles de productividad tan baja.
Si tu negocio no es rentable mala suerte, no deben ser otros los que te arreglen el problema.
Y comprendo que habrá casos muy especiales en los que las movilizaciones estén más que justificadas (no sé si en este caso lo és ya no creo que nadie tenga claro a quien le interesa la huelga poque todos estamos perdiendo), pero nada justifica que se colapse un país entero y que se perjudiquen a pequeñas empresas que hacen malabarismos de verdad para seguir abiertas cada día (ya veremos si sale un estudio real que diga cuantos puestos de trabajo se han perdido y cuanto les ha costado a otros trabajadores esta huelga).
Informativos sin duda alguna, pero también debemos de comprender la situación por la que están pasando, y aunque es penosa y tienen todo el derecho del mundo a reclamar, nunca se debe hacer con violencia.
ResponderEliminarYo creo que hay una tergiversación evidente desde el propio gobierno y los medios iunformativos.
ResponderEliminarEvidentemente los piquetes deben ser informativos, pero no es algio nuevo de ahora que siempre son impositivos. No hay huelga que valga si los piquetes se dedican simplemente a hacer huelga. Eso pasa en todos los sectores y siempre será así.
Lo que pasa es que la tergiversación a la que se ven sometidos con eso de que el acuerdo está hecho con el 80% de la flota no hace nmás que caldear los ánimos de los transportistas.
¿Y porqué digo que esos datos no son ciertos?
Mirad, si se dice que se ha llegado a un acuerdo conn el 80 % de la flota se dice la verdad, pero se miente al querer extrapolarlo a las empresas, puesto que hay centenares de empreasas que solo tienen un camión, dos o tres.
Si imaginamos que todos los camiones de españa son cien y en las grandes empresas (pongamos cuatro)ponemos que tienen 80, quedarán 20 camiones para 20 empresas.
Si ahora decimos que hemos llegado a un acuerdo con el 80& de la flota estaremos diciendo una verdad a medias, porque en realidad hemos llegado a un acuerdo con cuatro empresas solamente mientras las otras 20 están en huelga...¿quien miente más?
Además, para esas empresas es sencillo llegar a un acuerdo, puesto que al tener tanto vehículo las pérdidas las pueden ir tapando con otros vehículos. Por ello son capaces de bajar los precios y ahogar a los pequeños transportistas.
Es así de sencillo.