Quiero sugeriros un álbum que hace un par de días muchos habéis podido adquirir con el diario El Pais. Es el último trabajo de Diego El Cigala, Dos Lagrimas. El mismo Diego se ha encargado de la producción del disco y ha contado con casi una decena de colaboraciones de primer nivel internacional. El piano de Guillermo Rubalcaba, hijo y padre de pianistas cubanos ilustres. A sus 80 años Rubalcaba ha construido junto a El Cigala muchos de los momentos grandes del disco. Colaboran también dos de los mejores percusionistas del mundo, para mi gusto, los también cubanos, Changuito y Tata Güines; además de la voz de Reinaldo Creagh (90 años), fundador de La Vieja Trova Santiaguera. De Francia llegó un virtuoso del bandoneón, Richard Galiano, para dar color a una de las sorpresas del disco.
También colaboran músicos como el trompetista Manuel Machado, el contrabajista Yelsy Heredia -ambos cubanos- el pianista catalán Jaime Calabuch Jumitus, el guitarrista jerezano Diego Morao y el percusionista madrileño Sabú Porrina.
En el repertorio incluye la copla María de la O, del maestro Rafael de León; boleros como Compromiso, de Antonio Machín, o Bravo, de Olga Guillot; el Dos Gardenias, de Machín, interpretado a ritmo de guaguancó; o el cuplé Dos Cruces de Antonio Molina.
El disco está lleno de sorpresas. Una de ellas es el Caruso de Lucio Dalla. El Cigala asegura haberse enamorado de ese tema en la voz de Luciano Pavarotti. La versión que incluye Dos Lágrimas define muy bien el espíritu del disco, pues (siendo un tema italiano) está grabado con la estructura de un tango argentino, con la voz de un cantaor madrileño, un pianista catalán, el contrabajo de un cubano y el bandoneón de un francés. Toda una mezcolanza, que construye un disco que se guardara, sin duda, en los museos de muchos coleccionistas en el apartado de discos para la historia.
Si ya en Lagrimas Negras pudimos admirar y emocionarnos con la voz desgarradora de este gitano madrileño del barrio del Rastro, dejándonos una de las canciones que ha pasado a la posteridad de la música, con este disco acabara por convencernos que es el heredero legítimo del gran Camarón de la Isla, que fue precisamente quien bautizo a Diego con el apodo del Cigala.
Salud.
Ahora no tengo los altavoces, pero luego volveré para escuchar.
ResponderEliminarSaludos.