lunes, 30 de junio de 2008

La Realidad de China


Uno de los debates más importantes que existe actualmente es el sorprendente progreso que está sucediendo en China. Consecuencia de ello es la preocupación de cómo está afectando al resto del planeta, no solo a nivel económico, sino medioambiental y demográfico. Pero ¿es sólido este progreso?, ¿está realmente afectando a la economía del resto de los países?, ¿está deteriorando brutalmente el medioambiente.? Intentaremos dar algunos datos para aclararnos.
Crecimiento económico. Desde hace más de un cuarto de siglo el crecimiento del PIB en China ha rondado una tasa media anual del 10%. Esa tasa ha duplicado con creces la de los países de ingreso bajo y mediano y ha triplicado sobradamente la de los países de ingreso alto. Además, el crecimiento anual medio del producto bruto mundial ha rondado el 3% en los últimos veinticinco años. Como consecuencia de ese crecimiento rápido, el peso de China en el producto bruto mundial (en paridad de poder adquisitivo) ha pasado del 3,4% en 1980 al 15,4% en 2005, mientras que el peso de EEUU se ha mantenido constante en torno al 21% y el peso del conjunto de los hoy países miembros de la UE se ha reducido del 29% al 21%.
Consumo energético. En lo que se refiere a los aspectos energéticos, cabe destacar que, entre 1990 y 2006, el consumo de energía primaria y el consumo de carbón se han duplicado con creces, mientras que el consumo de petróleo se ha triplicado. Esos incrementos son enormes en comparación con los correspondientes al conjunto del mundo y, por supuesto, al de los países de la OCDE. El aumento del consumo de petróleo, que se ha triplicado, al pasar de 2,32 a 7,44 millones de barriles al día, ha sido especialmente notable, incluso en comparación con el registrado en la otra gran economía emergente, la India. Destaca igualmente que el aumento del consumo de energía de China ha sido superior al del conjunto de la OCDE y que el país asiático fue responsable de más de tres cuartas partes del aumento del consumo mundial de carbón. En cuanto a otras materias primas, destaca el peso de China en el consumo mundial de algunos metales, de los que ese país es un gran importador neto: hierro, zinc, plomo, cobre y níquel. En esos cinco casos, China supone ya entre el 15% y 33% del consumo mundial.

Población. Como consecuencia de la baja tasa de fecundidad, el porcentaje de personas con 65 años o más está aumentando rápidamente: se prevé que pase del 7,6% de la población total en 2005 al 13,7% en 2025. Como el peso relativo de la población menor de 15 años cae menos rápidamente, la tasa de dependencia (población de 0-14 años y mayor de 65 años con respecto a la población entre 15 y 64 años), que era del 67% en 1980, pasará al 38% en 2010, para luego crecer (44% en 2020, 50% en 2030 y 65% en 2050). Otro efecto del envejecimiento será la reducción del peso relativo de la población en edad de trabajar (15-64 años) desde 2010 y del número absoluto de esa franja de población desde 2015. Con todo, hay que tener en cuenta que el envejecimiento o los efectos negativos de éste se pueden contrarrestar parcialmente con una relajación de la política del hijo único, una mejora de la calidad de la fuerza de trabajo o una mayor transferencia de mano de obra desde la agricultura hacia la industria y los servicios.

Contaminación. Las emisiones chinas de dióxido de carbono (el principal gas de efecto invernadero, responsable del calentamiento global) han superado ya, según algunas fuentes, a las de EEUU. Sus emisiones totales podrían duplicarse con creces de aquí al año 2030, cuando se prevé que China será responsable del 26% de las emisiones mundiales (en 2004, la cuota de China fue del 17%). El cada vez mayor y más grave deterioro del medio ambiente. Desertización, degradación del suelo, contaminación de los ríos, de los mares y del aire, emisión de gases de invernadero y pérdida de biodiversidad, entre otros, han sido los efectos de una industrialización muy rápida y poco respetuosa con el medio ambiente en la costa y de la persistente pobreza, pese a las mejoras, en el interior. Por ejemplo,
la contaminación de ríos y lagos es extremadamente seria, especialmente en el norte del país, y hace que al menos 60 millones de personas tengan dificultades para disponer de suficiente agua potable. En cuanto a la calidad del aire, 16 de las 20 (y cinco de las 10) ciudades más contaminadas del mundo son chinas. China es ya el primer emisor mundial de dióxido de carbono (aunque sus emisiones por habitante son todavía bajas) y el primero de clorofluorocarbonos y de dióxido de sulfuro por superficie habitada. El crecimiento previsto del parque de automóviles, que podría pasar de 20 millones en 2004 a 60 millones en 2010 y a 90 millones en 2015, agravará sin duda la contaminación del aire en las grandes ciudades. El uso masivo de carbón de baja calidad y alto contenido en sulfuro es también causante de lluvia ácida, fenómeno que afecta al 30% del territorio y que además desborda ampliamente las fronteras del país. La erosión del suelo, provocada en buena medida por la deforestación, contribuye a agravar los efectos de las inundaciones.

Es que tantos chinos para comer, son muchos chinos.
Salud

3 comentarios:

  1. Si es que todas las cifras que se puedan dar de China son desbordantes, 1500 millones dan para mucho. Incluso la ceremonia de los juegos ha sido colosalmente humanizada.
    Saludos amigo, todo bien y mañana me marcho para cargar las pilas, he perdido toda la energía esta semana.

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  2. porqeeeeeriaaaaaaaaaa

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  3. esto no me ayuda con la tareaaa!!!! es muy superficial su punto de vista,, deberiian adentrarse mas en la vida de las personas de china y no solo porqerias!!

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