A BUSH LE JUZGARA LA HISTORIA Y SU CONCIENCIA

Ya se nos fue, días pasados dio su último discurso como presidente y se dirigió al pueblo americano en un tono conciliador y haciendo gala de un sentido de lo más mesiánico soltó lo de, “SERA LA HISTORIA QUIEN ME JUZGE” y exactamente es así, será la historia y además su conciencia, agregó yo, la que pondrá las cosas en su sitio y si fue un buen o mal presidente.

Tendría que ser yo un perfecto analista político y además afinar mucho para medir entre lo bueno y lo malo que realizó el que fue amo del mundo durante años. Necesitaría más de diez entradas para analizar imparcialmente todas aquellas propuestas que realizó en el senado americano y que se intentaron llevar a cabo ; a la vez tendría que conocer en que media afectaron positiva o negativamente no solo a los estadounidenses, también al resto del mundo, porque ya sabemos aquello de cuando ”EE.UU. estornuda el mundo se resfría”.

Así que efectivamente Sr. Bush, será la historia y su conciencia reposando en su “ranchito de Texas” la que dirá si le tenemos que levantar el dedo o le daremos un corte de mangas. Actualmente para mucha gente, tanto norteamericanos como del resto del planeta, su gestión sus meteduras de pata en los últimos años, han provocado no solo una crisis mundial, también cantidad de víctimas inocentes que ha visto truncado su derecho a hacerse viejos o hacer posible lo que ustedes llaman “el sueño americano”.

Seria frívolo por mi parte juzgar como incompetente al vaquero, no reconocerle alguna de las cosas que ha hecho bien sería de frívolo, pero si le acuso primordialmente:

Una, haber provocado la desolación de un país injustamente, Irak. Donde más de 655.000 personas murieron y más de un millón fueron heridas, además de la miseria, el caos político y económico y la inseguridad y el desconcierto en que vive actualmente el país.

Dos, llevar a encontrarse con la muerte a miles de estadounidenses dejando huérfanos, viudas y familias enteras destrozadas, con el único motivo de creer en fantasmas de armas de destrucción masiva sin haber comprobado antes si esto era cierto. Ahora y dentro de un tiempo pregúnteles a las familias de esos más de 4.000 soldados que murieron y a las de esos otros 50.000 heridos, si mereció la pena meterse en ese fregado.

Tres, seguir creyendo en Superman y que en un último acto heroico pudiera parar un huracán de nombre Katrina, dejando un reguero de casi dos mil muertos, el destrozo de casi cuatro estados y las pérdidas de más de 75 millones de dólares, solo su nefasta previsión y su falta de decisión demostraron en el caos que usted gobernaba.

Cuatro, haber adherido a Israel durante su mandato como el estado 51 de EE.UU. permitiéndole la impunidad de ciertas actuaciones y no forzar la paz en el conflicto con Palestina, poniéndose siempre al lado del más fuerte.

Cinco, ser el presidente más odiado y maldecido por todo el mundo por su chuleria, sus continuas meteduras de patas, su chiste malos, por sus falsos ruegos a Dios y su catastrófica política económica que ha desembocado en una crisis que ha salpicado a todo el mundo.

He de reconocerle que en el tema de terrorismo usted ha trabajado mucho, cierto. Desde el atentado de las Torres Gemelas su país ha sido más seguro, el mundo ha sido más seguro, los aeropuertos de todo el mundo han sido más seguros, por cierto cada vez que tengo que pasar un control me acuerdo en los muertos de Bin Laden, pero también es cierto que si usted no se hubiera metido y no hubiera metido a nuestro país en un conflicto que ni nos importaba hubiera seguido seguro como estábamos.

Así que le dejo solo, que piense en estas cosas mientas cabalga en uno de sus caballos o camina por su hacienda en espera que pase el tiempo y la historia le ponga en su sitio. Será efectivamente la historia quien le juzgue, pero pido a Dios que algún día usted se encuentre con su conciencia, probablemente no necesitara ya esperar a la historia.

¡¡ Grrr ay oma!!