sábado, 23 de enero de 2010

¿DÓNDE ESTA LA MORAL DE LA SGAE?

Me he quedado de piedra cuando esta tarde iba en el coche camino de Cádiz y escuchaba por la radio la noticia de que la SGAE cobra a los centros de mayores por ver la televisión, así de claro y lamentable.

Esto se ha conocido a raíz de la reunión que mantuvieron el pasado mes de Septiembre los alcaldes de la comarca del Ripollés con directivos de la SGAE, para tratar diferentes asuntos que tenían en pleito a ayuntamientos de la zona y la propia SGAE.

En dicha reunión Enric Pérez, presidente del Consejo Comarcal de Ripollés expuso la queja de los 20 euros trimestrales que la SGAE recibe de los casals d’avis (como se denominan allí a los centros de mayores a los que acuden jubilados a pasar la tarde) por el uso de la televisión. Aunque el propio Enric Pérez reconoció que con la Ley en la mano la SGAE tenía razón “moralmente es reprochable”, puesto que en estos locales de ancianos o jubilados no hay ánimo de lucro, ni se cobra cuota alguna por pertenecer a ellas.

La respuesta a esta queja por parte de la SGAE ha sido que “tienen la obligación de recaudar en estos casos como lo hacen con otros locales y que solamente están aplicando lo que marca la ley”.

Esta esperpéntica actuación de la SGAE se une a la última de Ogassa, una pequeña población de la zona del Ripollés, que denunció también que la SGAE les quería cobrar los derechos de autor por su última fiesta mayor y por las de los seis años anteriores que no les había pagado.

Tampoco podemos olvidar que hace poco tiempo la asociación “recaudadora de los talentos” ha emitido un comunicado a las peluquerías catalanas en la que piensan recaudar seis euros al mes a los salones pequeños y doce euros a los salones de 50 a 100 metros; lo que ha llevado a la movilización de estos locales solicitando a sus clientes que traigan ellos mismo la música.

El afán de recaudación que tiene la SGAE no tiene límites ya lo sabemos, lo triste es que ya rebase los de la moralidad y sean capaces de cobrarles a centros de jubilados, eso nos da muestra de la catadura humana de los miembros de esta asociación que por recaudar no tienen compasión ni con los que reposan jugando a cartas sus últimos años de vida.

Puede que un día las lanzas que hoy empuñan los de la SGAE se les vuelva en contra, probablemente ese día sea cuando alguien pueda pedirles cuentas económicas de lo que recaudan realmente y lo que declaran a hacienda y eso puede que no tarde mucho en ocurrir.

Tiempo al tiempo.

5 comentarios:

  1. La sociedad esa tiene detrás nombres propios que todos deberíamos conocer y evitar a toda costa, a ver si se enteran.

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  2. La SGAE son una panda de sinvergüenzas y de vividores. Pero qué podemos esperar de una entidad privada que recauda un impuesto público como es el canon digital. Una entidad que se preocupa mucho por hacer cumplir sus derechos (espiar en bodas, peluquerías, bares, contratar detectives privados, exigir dinero a empresas de autobuses, negociar con los operadores de Internet…), pero que no vigila con el mismo recelo sus deberes. Cuando se le haga una auditoria externa a la SGAE y a todas sus empresas y nos dejen muy clarito quién se lleva este dinero, cuanto se lleva y en qué concepto, ese día dejaré de bajarme música (que no la robo, solamente la copio, al bajarla el autor sigue siendo su autor, no es como cuando robas un coche y dejas al propietario si él…).
    Pero vamos, dicen que contra la opresión, rebeldía así que yo seguiré comprándome los CD y DVD por ebay en el extranjero , me bajaré las canciones que me den la gana y los libros me los leeré por eBook, que casualidades de la vida, la mayoría son autores extranjeros…
    Y es que quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón.
    Que poca vergüenza la de esta gente!

    Besitos

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  3. Pues la verdad, estoy completamente de acuerdo con Mónica. Cada vez que oigo la palabra SGAE, me entran ganas de vomitar.
    Un rampyabrazo.

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  4. ¿Cobrarán también en las cárceles? igual con el gobierno no se atreven.

    Un abrazo.

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  5. Recuerdo que no hace tanto en las aldeas existían los teleclubs donde la gente se reunía a ver la tele. Sugiero a la SGAE que proceda a reclamarles el dinero con efecto retroactivo de dos oo tres decadas...

    y a mi vecino que pone el volumen del televisor de forma que lo puede oír todo el vecindario lo voy a demandar por la SGAE que a lo mejor funciona.

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