domingo, 23 de marzo de 2008

Quien no duda no puede conocer la verdad

En contrapunto a nuestro articulo de SABER LO QUE SE QUIERE, ponemos otro de carácter diferente de propiedad anonima que nos parece muy interesante.

Cómo vereis tanto el que duda cómo no, tiene sitio en nuestro blog, si lo desea, claro.

La duda no es un ataque a la verdad, sino todo lo contrario, nos puede ayudar a encontrarla y a profundizarla.

La duda, bien entendida, es un camino de humildad que nos conduce a la verdad. El hallazgo de ésta comienza con la duda. Quien sabe dudar busca, y busca modesta y tenazmente hasta que encuentra la luz de lo verdadero.

«Para investigar la verdad -decía Descartes- es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas, una vez en la vida.» La duda, pues, no bloquea la verdad, sino que nos ayuda a encontrarla. La verdad sólo comienza con la duda. Ésta no es más que la inquietud del que quiere buscar la verdad. Quien nada duda todo lo ignora. Sólo el que es capaz de dudar encontrará la certeza. El escritor polaco Stanislaw J. Lec sostiene que «la primera obligación de la inteligencia es desconfiar de ella misma».

La vida es duda, que es lo mismo que decir búsqueda incesante de la verdad. Las personas incapaces de dudar envejecen pero no maduran. La madurez humana y espiritual proviene de una ajustada dosificación de la duda que es la que nos hace rastrear la verdad.

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