Fuimos avanzando para ir hacia la plaza de los Fueros donde debíamos llegar a las doce del mediodía para ver una exhibición de deportes rurales, pero antes parada en un bar para tomar una cerveza bien fría y unos minibocadillos de huevo frito con jamón y chistorra y seguir hasta la plaza y empezar a ver esta curiosa muestra de deportes como el soka-tira, alzamiento de yunque, lanzamiento de fardo o alzamiento de fardo o “paseos” de txingas.
Una vez finalizada la exhibición y con un sol implacable y tras una parada obligada en unos grandes almacenes para comprar bebida fresca, y otros menesteres, de nuevo caminar, esta vez hasta la parte más nueva de la ciudad donde ahora se ponen las atracciones de feria e intentar encontrar un restaurante que, algo difícil, no estuviera al completo y fuese económico, y gracias a las recomendaciones de un policía local, lo encontramos. Así que después de degustar una excelente comida, regada con calimotxo, vino con gaseosa y agua acabamos y, volvimos hacia la parte vieja, pero como el calor ya era insoportable y la subida es impresionante, tomamos un ascensor que nos llevó al casco viejo, aunque en nuestro afán de ver cosas bajamos de nuevo para ver los toros en los corrales.
Otra vez el ascensor y el refrescar la cabeza en una fuente, caminata hasta el parque de La Taconera donde habían un sinfín de paradas de artesanía y mientras uno se quedaba durmiendo en un banco, los demás buscábamos de nuevo el frescor del aire acondicionado. De allí, encuentro en el paseo de Sarasate para ir hasta la iglesia de San Lorenzo, y ver a San Fermín y más paseo, esta vez tomando la calle de Tirajana y San Nicolás hasta la plaza del Castillo con la intención, vana ilusión, de sentarnos en una de las terrazas que estaban abarrotadas de gente al igual que el centro de la plaza.
Así que finalmente pudimos sentarnos en una terraza cerca de la Ciudadela y sobre las ocho y media nueva caminata para ver el “encierrillo” : La subida de los toros desde los corrales del gas hasta los de la cuesta de Santo Domingo, donde pasarán la noche hasta el inicio del encierro.
De allí a la Ciudadela para ver los castillos artificiales, y tras estos, una cena distendida y la despedida de esta ciudad y el regreso a casa.
En nuestro interior las ganas y el convencimiento de regresar de nuevo a Pamplona y a estas fiestas, si puede ser para pasar algo más de tiempo y sabiendo que aún nos quedan muchas cosas por ver, como los Gigantes, Kilikis y Zaldikos, el desfile de alguacilillos y mulillas por citar algunas.
Lo negativo de estas fiestas es el incivismo de muchos que a pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento se empeñan en aliviar sus cuerpos allí donde les place y a los que el concepto de papelera como tal, no les resulta familiar y creen que toda la ciudad es un gran vertedero donde depositar los vasos, botellas, etc. A pesar de que los servicios de limpieza se empeñan a fondo barriendo, recogiendo basura y regando las calles, resulta imposible no ver este mosaico de desperdicios o sufrir el hedor mezcla de alcohol, sudores, etc. Pero como digo, de esto no se debe culpar a las fiestas, si no al incivismo y al gamberrismo de unos pocos que se hacen ver sobre todos los demás.
Una recomendación más. Esta a las autoridades que velan el tráfico de las carreteras que salen de Pamplona: Pongan algún control de alcoholemia, seguro que se evitarán más de un accidente.
Y la última para todos vosotr@s, animaros y el año que viene ir a Pamplona en las fiestas de San Fermin o aprovechar este año. Pamplona seguro que no os defraudará en cualquier época del año.
Nos vemos allí. Un abrazo a tod@s
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ResponderEliminarVeo que sacaron provecho del viaje fugaz, aquí hay que venir con algún día más si quieren ver todo.
ResponderEliminarCierto lo de la "mierda" pero esto es España y hasta en los Bares hace la gente lo mismo, si van al extranjero no veran en un bar que tiren nada al suelo y en cambio aquí...
Los controles de alcoholemia han sido mucho, comentaban de más de 400 denuncias durante todas las fiestas.
La próxima vez que vengaís me llamen que ya haremos alguna rutita y procuraremos no cansarnos mucho, eso sí aquí no se acuesta nadie sin bailar en las verbenas nocturnas.
Un Saludo muy cordial.
Es una peregrinación pendiente.
ResponderEliminar¡¡Ole esos sanfermineros catalanes!!, jajaja, que ya estan locos por venirse pa Cadiz pa hacer las barbacoas veraniegas.
ResponderEliminarY el biznieto chapurreando en la piscina, que se lo pasará en grande.
Un besito Beto, hasta mañana.
Viva San Fermin!!! y viva esos gadicatalanes, que estan deseando ir para cadiz a comer puntillitas, tortilla de camarones, xirlas... a remojarnos en la piscina,a que Samuel vea a sus bisabuelos... pero sobretodo a disfrutar de vuestra compañia...
ResponderEliminarUn beso para toda la familia.
P.d. el rano dice que para Ana dos (ya sabes que eres su chica)