Hola a tod@s
Consumir alcohol en plena calle, a plena luz del día o por la noche, elevar la voz y/o discutir tras la ingesta de este, orinar en plena calle, son ejemplos que a diario vemos realizar a jóvenes y no tan jóvenes y que más mal que bien asumimos como parte de nuestro paisaje urbano.
Pero si estos mismos ejemplos los llevan a cabo personas indigentes, sin techo, la cosa cambia y nos produce automáticamente una sensación de rechazo mayor que en el caso anterior.
La presencia cada vez más numerosa en las grandes ciudades, de estos nómadas urbanos también conocidos como vagabundos hace crecer nuestra sensación de temor y se reclama de las autoridades que tomen cartas en el asunto. Si lo hacen, asunto resuelto. Si no lo hacen tendremos un motivo más para quejarnos del mal gobierno de nuestra ciudad que no deja de ser un reflejo del mal gobierno de nuestra nación.
Pocas veces nos paramos a pensar que no todos los vagabundos indigentes, lo son por decisión propia. Tras esos rostros curtidos por las fuerzas de la naturaleza y ennegrecidos por los humos y por no disponer de medios que les garanticen una correcta higiene, se esconden dramas insospechados, pero que más a menudo de lo que creemos y nos gustaría, están muy próximos a nosotros.
Hombres y cada vez más, mujeres que han perdido sus trabajos, han agotado subsidios y ahorros y no han podido hacer frente a hipotecas y no pueden ya pagar ni alquileres, ni pensiones, ni tan solo un cuartucho compartido, se ven abocados a un mundo de continuo nomadeo, durmiendo bajo cartones con lo que llevan puesto y poco más. Sometidos a las inclemencias del tiempo, al peligro de agresiones de fascistas de alta cuna y de baja estofa, cuyo sentido de pasarlo bien no es otro que el de propinar palizas a estas personas creyendo además que están haciendo un servicio a la sociedad y sin la más mínima esperanza de salir de ese pozo al que se vieron abocados.
Muchas de estas personas se han convertido en alcohólicos a fuerza de beber para paliar el frio y para olvidar que es lo que les llevo a esa situación. No eran bebedores habituales pero acaban siéndolo, por el contrario otros ya lo eran antes y fue esa adicción como podría haber sido el juego etc. la que les llevó a ser rechazados socialmente y por sus propias familias. Cada cual esconde un drama que pocas veces llegaremos a conocer. Este colectivo es además por sus especiales circunstancias, los más propensos a sufrir procesos infecciosos, afecciones dermatológicas, digestivas e intestinales, psíquicas, etc.
Si recorriésemos los diferentes comedores sociales, nos daríamos cuenta de la magnitud del problema, pues cada día son más los necesitados y menos los medios de estos comedores, albergues y/o roperos.
Son individuos que por no disponer de domicilio fijo, difícilmente pueden aspirar a obtener un empleo o ¿acaso, si de nosotros dependiese, le ofreceríamos trabajo a alguien que se nos presentase con ropas raídas y manifestándonos que no tiene una residencia estable?
En España, en la España de nuestros días, el número de personas inmersas en la pobreza superan de largo los 8 millones de personas y de estos hay 1,5 millones que sufren pobreza severa. Estas son las grandes cifras pero, en un país como el nuestro con una población estimada de 46 millones de habitantes decir que prácticamente el 20% de la población vive en la pobreza es mucho porque significa que uno de cada 5, es pobre. Si tenemos en cuenta que en los medios rurales la incidencia de este problema es menor, no sería descabellado reducir a 1 de cada 4 las personas pobres. Aún más dramático es pensar que existen 3 personas por cada 100 que sufren pobreza severa. Las cifras en Europa no son mucho más halagüeñas aunque el porcentaje sea más bajo.
El 2.010 había de ser, según la Unión Europea, el año en que se erradicaría la pobreza en Europa. España forma parte de Europa ¿no? Así que podemos calificar de fracaso absoluto de la UE en las medidas que haya tomado, si es que las ha tomado, para conseguir ese objetivo.
Vivimos en un mundo que se mantiene en frágil equilibrio y cualquier medida que se tome puede alterar ese equilibrio. La falta de cohesión y cooperación entre gobiernos propician estos fracasos y dejan en evidencia que la verdadera Unión Europea es una utopía que aún está muy lejos de convertirse en realidad.
Así que, lo que yo pienso, lo que yo creo es que deberíamos exigir de nuestros gobiernos, que tomasen estos hechos como algo realmente prioritario y de nosotros mismos que seamos algo más solidarios con los más necesitados y que pensemos en los dramas que hay tras estas personas y que aunque deseemos que esto jamás nos alcance, mañana podría mordernos y empezar a caer en caída libre hacia ese destino.
Un abrazo a tod@s
lunes, 6 de septiembre de 2010
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Estoy de acuerdo contigo, pero ahora con los políticos. ¿ Quién le pone el cascabel al gato?
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola MacGyver,
ResponderEliminarLamentablemente cada vez hay más personas que rozan el umbral de la pobreza y aunque mi opinión pueda ser demasiado tremendista, creo (y ojalá me equivoque) que, o cambian muchísimo las cosas o esto va a ir a peor. Una vez que se acabe el paro, que se acaben las ayudas ¿qué va a pasar? la gente de bien se tirará a las calles a buscar en la basura (en mi calle hay por lo menos seis personas cada día esperando que el Día y el Mercadona cierren para llevarse los productos que tiran a casa) pero las personas que ya de por si eran problemánticas (pequeños delincuentes) y que antes estaban en trabajos en los que no se pedía demasiada cualificación (ejemplo en la construcción y con esto no quiero decir que todos los que trabajan en construcción son de la clase más baja y de lo peor que te puedes encontrar pero los hay y lo digo por experiencia, de 30 contratos que hacía al día, 20 eran de personas que habían pasado alguna temporadita en la cárcel y el chiste es que encima se enorgullecían de ello)pues estas personas una vez que acaben las ayudas, verán acrecentados sus problemas e irán a lo fácil y más en esta zona del Campo de Gibraltar donde el trapicheo está a la orden del día.
Es un tema muy complicado este que planteas pero lo que si está muy claro es que hoy en día ninguno estamos a salvo y debemos ser respetuosos con la gente que está en la calle porque detrás de esas personas se esconde una vida como la tuya y la mía y lo último es perder la humanidad hacia los demás.