A ti, ¡asesino de Marta!, dedico hoy mi relato, un día más me convierto en Cabreado pero asqueado y apenado. Asco siento por ti, por el acto y por negarlo. Insultarte no es para mí suficiente, ni siquiera juzgarte, creo que lo justo sería ajusticiarte; pero no quitándote la vida, eso no, ajusticiarte dándote la suficiente para que cada uno de los días que Dios quiera que respires, recuerdes a cada segundo la ignominia de tú asesinato.
Quiero que te pudras en la cárcel, te apliquen lo absoluto, lo absoluto de privación de libertad. Que te metan en un boquete donde la oscuridad sea tu visión, el silencio tu ruido y la pena el sentimiento. Cómo hiciste con Marta, cómo aplicaste a su familia, oscuridad, vacío y dolor.
La pena que te deben aplicar debe ser en la misma proporcionalidad que aplicaste a esa flor de niña, a la que vilmente y aprovechándote de su ingenuidad aplicaste tu justicia; la justicia asesina sin derecho a oportunidad de defensa, lo que tú si tendrás.
Que te apliquen además una segunda condena, la que infligiste a su familia, la de la impotencia a defenderla, a despedirse de ella, de darle el último beso, la de decirles que la que querían, la de callar sus ilusiones, de enterrarlos en vida, porque por si no lo sabes, asesino, con la muerte de Marta asesinaste también a ellos, con un solo golpe hiciste una matanza como quien pone una bomba en la puerta de una casa.
Cabreado y apenado ese es mi sentimiento, porque durante muchos días yo también fui Marta, como muchos otros que cada mañana esperábamos impacientes una sola pista que nos diera una esperanza, esperanza que tu enterraste el mismo día de la matanza, tirando al agua como si fuera una basura el cuerpo de la niña asesinada. Valiente hijo de perra que además de asesinarla, te haces con una corte de “amigos” para esconderla y así culminar la faena, faena que por cierto veremos cómo acabas.
Que no me digan que vienes de familia desestructurada, desestructurada dejaste a la familia de Marta y además destrozada, desencajada, desmoralizada y desesperanzada. Tú, maldito bicho, no eres una víctima de una sociedad deforma, eres tú y los que como tú actúan los que deforman esta sociedad, que tendrá que tomar medidas, reformar sus leyes, nuevas fórmulas, porque es posible que cada uno temamos que con nuestros hijos pueda pasar como con Marta y en vez de esperar justicia, nos dé por aplicar venganza.
Sé que estas letras jamás te llegarán, a las de otros tampoco accederás, pero muchos que hoy escribimos contra ti, contra tu asesinato, contra tu deformación, estaremos levanto el principio de un grito desgarrador pidiendo más que justicia por Marta, justicia por su familia, por la familia de Mari Luz, por la de Sandra Palo y por tantas otras asesinadas que jamás se supo de ellas. Cada uno de nuestros escritos representaran el principio, de una gran cadena ,que más fuerte que nunca pediremos para todos LOS ASESINOS COMO TU se les aplique:
¡¡CADENA PERPETUA!!.
lunes, 16 de febrero de 2009
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Esta entrada me ha llegado al alma. Jamás llegaré a entender qué le pasa por la cabeza a estas personas cuando actúan de este modo.
ResponderEliminarLa sangre fría con la que se deshacen de una persona, la sangre fría con la que mienten, la sangre fría con la que cooperan para buscarla sabiendo que no la encontrarán, la sangre fría con la que miran a los ojos de sus padres.... a mi me hiela mi propia sangre, me destroza pensar que existan personas para los que la vida de los demás no valga nada.
Siento mucho los momentos que están pasando sus padres. Esto jamás podrán superarlo.
No puedo añadir nada más a tu entrada. Has reflejado todo lo que pienso, la impotencia de no poder hacer nada más que ser una simple espectadora que, como todos, pide que por una vez se haga justicia, pero justicia de la buena.
Besitos
Que así sea. Amén
ResponderEliminarMe ha encantado lo que has escrito, y sobretodo porque acabas de pedir lo que acabo de comentar yo en otro blog (no recuerdo dónde): Cadena Perpetua.
ResponderEliminar¿Cómo es posible que a semejantes animales les caiga de prisión un determinado número de años de cuando a la persona a la que le ha quitado la vida, se la ha quitado para siempre? Y no sólo a la persona asesinada, sino también a su família, a la qual les ha destrozado la vida por completo.
En fin, yo no entiendo la justícia de este país. Si por mi fuera aplicaba rápidamente la Cadena Perpetua y que sufran en una celda para el resto de sus vidas.
A mí lo que de verdad me ha dejado muy preocupado de este tema es que no sea todo producto de un solo malnacido, lo que de verdad aún no entiendo es como hay tantas malas personas que han podido colaborar para que haya pasado todo esto y todos amigos ...
ResponderEliminarOtra lectura que creo habría que darle es como una niña como Marta puede acabar relacionada con un delincuente como el tal Miguel, no sé quizás sea paranoia mía, pero hace tiempo me venía preocupando que el heroe y modelo de hombre de todas mayoría de las chicas de este país fuera "El Duque" un narcotraficante sin escrupulos ...
Lo del chico malo ya está muy visto, pero parece que no aprendemos ...
Sin comentarios amigo aún están dando noticias y cuando aparezca el cadáver será aún más doloroso.
ResponderEliminarCadena Perpetua sin lugar a dudas.
Saludos Cordiales
no se puede decir más claro, estamos contigo
ResponderEliminarYa había comentado en esta entrada pero me ha llamado la atención el comentario de Jose Ramón al decir que el héroe y modelo de hombre para algunas chicas de este país fuera un delincuente.
ResponderEliminarYo creo que cuando nos enamoramos de alguien , lo hacemos a ciegas, no creo que a nadie nos guste que nos traten mal o nos humillen.
Lo peor de estas personas es que tienen mucha facilidad para engañar a sus "víctimas". Te hacen ver que a su lado todo será un mundo de color de rosa, y cuando ya estás coladísima por ellos comienzan a tratarte a patadas. Tú no entiendes el por qué de ese cambio y comienzas a pensar que es por algo que estás haciendo mal.
Cuando yo tenía 14 años me enamoré de un chico de 17 años que, a simple vista, parecía el típico chico que todos los padres querrían para sus hijas.
Al principio muy bien pero llegó un momento en que todo cambió. No podría decirte qué fué lo que hizo que todo el amor que decía sentir por mi se convirtiese en odio y en malos tratos.
Yo era una niña muy alegre, sociable y con muchos amigos. En menos de un año pasé a ser una sombra de mi misma, acomplejada, llena de temores y sin un amigo.
Con esa edad no entiendes muchas cosas, yo no había tenido otra pareja así que pensaba que eso era lo normal. Delante de la gente él era un sol, una persona muy agradable que engañaba a todo el mundo. Pero cuando estábamos solos me juzgaba en todo. Todo eran órdenes: "no te vistas así", "por qué tienes que maquillarte? eres una buscona?", "para qué vas a estudiar?".
Llegué a un punto en el que tenía miedo salir de casa por si me encontraba con alguien conocido y me daba dos besos, porque eso era una bronca segura.
Las palabras dieron paso a los actos. Un día un empujón, otro día un bofetón y lo peor de todo esto no eran los golpes. Lo peor era pensar que me lo merecía, que si él actuaba de esa forma conmigo era por mi culpa.
Esa relación duró cinco años. Mis padres en ese tiempo no supieron nada, era incapaz de contarles que la persona tan maravillosa con la que ellos creían que estaba saliendo era un ser totalmente distinto que se transformaba cuando estaba conmigo, llegando a amenazarme diciéndome que si no era para él, no sería para nadie.
Me ví en un callejón sin salida, no le encontraba sentido a mi vida y actué de la forma más cobarde posible: tomarme unas pastillas. Pastillas que me llevaron a un hospital con una sobredosis. Me hicieron un lavado de estómago y, gracias a Dios pues hoy estoy aquí para contarlo.
En ese momento y al ver la cara de desesperación de mi madre me di cuenta de lo tonta que había sido.
Estuve algunos años en tratamiento psicológico. Me centré en los estudios y poco a poco conseguí salir de esa depresión aunque está claro que nunca sales al 100%.A día de hoy todavía me cuesta mucho aceptar un cumplido de alguien y es que cuando te dejan la autoestima por los suelos, recuperarla es complicado. Soy muy desconfiada con los chicos nuevos que conozco porque me da muchísimo miedo encontrarme con alguien así.
Sí puedo decir que soy más fuerte, que jamás consentiré que nadie vuelva a tratarme así porque no me lo merezco. Nadie se lo merece.
Así que puedo decirte que yo del chulillo huyo, pero que entiendo perfectamente que muchas niñas estén pasando por lo que pasé yo, porque la forma en la que te influyen estos tipos es superior a ti.
En fin que no veas como me enrollo.
Un besito
Permitirme que solo haga dos comentarios afuera aparte de daros las gracias a todos.
ResponderEliminarUno que cuidadin como ha dicho muy bien Jose Ramón, con los muchos Duques que hay por ahí.
El otro comentario para mi prima Silicongirl:
Guapisima, acabas de dar una lección con un par de ellos bien puesto, seguro le servirá a muchas chicas que como tú ha pasado o estan pasando por eso. Que tomen nota
Me quito mi mascara ante tí.
Pa que luego digan que no hay arte, categoria ni na en los Opaitos, juas
Grrr ¡¡ay oma!!
Hola preciosa,
ResponderEliminarEn primer lugar decirte que lo siento mucho si mi comentario te ha traido esos pensamientos, como tu dices nadie se merece nada así...
Por eso me jode tanto que la televisión haya ensalzado a un personaje como el chulito narcotraficante, las televisiones con sus contenidos deben ser responsables y sobre todo no manipular con imagenes erroneas a la gente más joven, han sido más de 20 años de campañas de la FAD que casi consiguieron erradicar el uso de heroina, para que ahora con una serie tele 5 venga diciendonos que lo más cool es la cocaina que sigue matando a tanta gente y aspirar a estar con hombres ricos que juegan con la vida de los demás ...
Como decías en otro post los maltratos no entienden de clases sociales, como tantas otras lacras solo se pueden combatir con educación e información y sobre todo con el cuidado de las personas que nos rodean, así que espero que al menos este caso sirva para que todos cuidemos un poco más a los que tenemos alrededor ya sean familiares, vecinos o compañeros de trabajo...
Estos salvajes son muy valientes ante sus victimas pero frente al resto de personas que se le enfrenten, así que fuera el miedo y seamos tan valientes como Jesús Neira que a ver cuando tienen cojones las televisiones de dedicarle algo más que un programa defendiendo a su agresor ...
Un beso preciosa, ya verás que no vuelve a pasarte nada así tu quierete mucho que vales un potosí y para cuando lo necesites aquí tienes un amigo.