Fue el miércoles pasado, parecía que las ganas de llegar a Barcelona hubieran hecho empujar al avión que los traía desde Sevilla para hacerlo llegar antes, llegó con casi veinte minutos de adelanto. Eran Opaito y Omaita a quienes finalmente habíamos logrado convencer para que viniesen a nuestra casa. Tras recogerlos una comida distendida aunque con algo de prisas para mí pues tenía que reincorporarme al trabajo, y como diría Ana, mi cabeza corría más que mis pies, pensando donde llevarlos, que cosas ver, donde comer etc. y la expectación por saber si la vivienda a la que recientemente nos hemos trasladado les gustaría o no.
Después por la tarde, visita a la familia que vive en una población cercana a Barcelona y por fin el momento de abrirles nuestra casa, enseñarla bastante rápida pues ya eran bastante más tarde de las doce de la noche y yo que madrugo un poquito (me despierto a las cinco y media) ya tenía un poco de sueño y ellos también estaban algo cansados del ajetreo del día.
Al día siguiente, fue Ana quien se encargó de darles el "tute" llevándolos arriba y abajo, que si el mercado de la Boquería -por cierto Opaito no nos olvidaremso de los dátiles", que si las ramblas y luego por la tarde a acompañarnos a Ana y a mí a una gestión que a lo mejor da que hablar en un futuro próximo. Después cena en casa y un poco de amena charla.
El viernes fue día descanso, visita cultural del pueblo y su mercadillo mientras opaito revisaba las entradas del blog, comida en casa con mi hija Gemma y tarde relajada hasta la hora de la cena, para esa ingesta los acompañamos a un restaurante pequeño y tranquilo, tanto que solo estábamos nosotros. Luego encuentro con Gemma, David su marido, y con la hermana y marido de este, sin olvidar a sus hijos y al pequeño Samuel mi nieto. La velada se prolongó hasta más allá de las dos de la madrugada, al día siguiente no había que trabajar.
El sábado nueva jornada de relajo y más comida y cena familiar esta vez con Isidro, mi padre al que supongo que conoceréis pronto.
Ayer domingo fue un día ajetreado, visita al Tibidabo y al museo de autómatas donde Opaito se harto de hacer fotos, comida de tapeo y sesión de baile de unos de sus sobrinos y sobrinas, una pasada lo de este bailaor, "El Califa" es su nombre artístico y realmente tiene merecido el título porque baila mucho mejor que algunos que tienen fama pero que a su lado parecerían principiantes, y finalmente cena en casa de mi hija y al volver a casa despedida porque hoy regresan a Chiclana.
Que rápido han pasado los días, lo decía ayer y lo repito hoy, me hubiese gustado que hubieran podido estar más días con nosotros, la verdad es que me gusta conversar con ellos, pues siempre aprendo cosas nuevas y además coincidimos en nuestras valoraciones sobre lo mundano y lo divino, y lo digo sin necesitad de dar coba.
Suerte que pronto nos volveremos a encontrar pues para carnavales estaremos ahí Ana y yo, pero aún y así estoy convencido de que cuando regrese esta noche a casa, la encontraré más vacia y que faltarán sus bromas, las conversaciones y su presencia.
Aunque quede un poco pasteloso, la verdad es que he tenido mucha suerte, al encontrar a Ana primero, pero también al conocer a esta familia que me abrió un día de Febrero de hace dos años, no solo su casa si no sus corazones. Es imposible no quererles. Así que ya sabéis Opaito y Omaita esperamos que cuando os sea posible de nuevo estéis de vuelta a nuestra/vuestra casa.
Un fuerte abrazo y besos a los dos y por extensión también a José Ramón que junto a ellos dos y a Ana conforman el nucleo original del Rincón de Opaito.
lunes, 9 de febrero de 2009
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Cuñao .. no estés triste que ya mismo están aquí los carnavales y vas a poder venir a tu segunda tierra y a tu segunda casa que tanto te gustan ...
ResponderEliminarOpaito y Omaita vienen encantados de Barcelona, no me extraña yo cuando fuí me lo pasé de maravilla y guardo un recuerdo precioso de la ciudad y como me hicistéis sentir en casa ... pero no os perdono que no me llevaráis al Parque Güell para que tuviera que volver a Barcelona de nuevo ... pero bueno prometo volver ...´
Nos vemos muy pronto, un abrazo.
Por lo que cuentas ciertamente eres afortunado. "El Tibidabo," Ay si lo pillo fuí de pequeña y aún lo recuerdo y aunque he vuelto a Barcelona me he quedado con las ganas de ir.
ResponderEliminarSaludillos.