
Fue muy doloroso saberlo y mucho mas difícil explicarlo y entenderlo, aceptar que soy "diferente", y estar en un sube y baja continuo, nunca estar en un punto neutro, siempre estar al límite, tener miedo, sentir un vacío imposible de llenar, los impulsos.
Supongo que mi historia no es muy diferente a la de casi todo el mundo, una pelea infinita, una lucha incesante por superar los problemas cotidianos. Pero sin embargo, mi forma de enfrentarme a la vida siempre ha sido muy distinta a como lo hacen los demás.
Nunca me sentí querida. Puedo asegurar que se han esforzado, incluso que me han querido, y que me quieren, pero nunca sentí la autenticidad de esos sentimientos, no los hice míos, no los viví, simplemente porque sentía que no me querían con la intensidad con la que quiero yo.
No soporto cuando me dicen que me hago o voy de victima. Crecí sin permitirme errores, sin perdonarme por existir, sin un aliento que no me inculpase de algo. No puedes hacerte la victima cuando te sientes culpable por todo lo que sucede a tu alrededor.
El castigo físico siempre ha sido mi tónica, pero al contrario que a otros borderlines a mi nunca me dieron ni un ápice de alivio, ni una gota de sedante para el alma, ni aún temporal, ni siquiera imaginario. Buscaba aquello que me hiciera daño físicamente, aquello que más dolor me pudiese producir para autodestruirme, lo buscaba en los momentos de desesperación, de vacío. Con el tiempo aprendí a controlar esos impulsos y a superar esos momentos de crisis sin hacerme daño. Cada tatuaje de mi cuerpo es la cicatriz de un intento de suicidio fallido y tengo tres.
Mucha gente piensa que los borderlines utilizamos el suicidio como un medio para llamar la atención. No entienden que tu no puedes controlar lo que sientes, no deseas acabar con tu vida pero ahí estas cortándote o tomando todo el tarro de pastillas y con la impotencia de no poder llamar a nadie y decirle “por favor ayúdame, no quiero morirme” porque mas de uno habrá escuchado “deja de decir tonterías, no seas teatrera” y mientras ahí estas luchando con alguien que se ha adueñado de tu cuerpo (porque no de tu mente) y te hace actuar como una marioneta en la que eres consciente de todo pero no puedes hacer nada por evitarlo. Es jodido.
Mi vida es una ambivalencia, una contradicción, un ir y venir entre ideas opuestas y extremas, es un continuo viaje entre el amor y el odio, entre lo bueno y lo malo, entre el blanco y el negro, es tener la sensación en la cabeza de no tener nada fijo, que todo se mueve, es el no poder confiar ni en lo que se piensa, se siente o se vive porque no sabes a ciencia cierta que sea real. Impotente, a veces miro como mi psique se despedaza, se fragmenta en ideas contrapuestas, que llegan a trascurrir en el mismo momento, a fusionarse y volverse un absurdo, absurdo donde ya todo parece irreal, lejano, difuso.
Lo peor de todo esto es que no hace falta que pase nada extraordinario para que mis sentimientos cambien, un día gris, un momento que no llega, un segundo que no pasa, es suficiente para tocar el cielo con mis manos o el infierno con mis pies.
Vivo en el miedo de un día volverme loca y con la ansiedad de no sobrevivir a esto. En mi mundo existen miles de amenazas, no estoy paranoica, es que en realidad soy muy frágil, tan frágil que el menor comentario de la gente que amo puede hacerme pedazos. Y no porque yo sea débil, si no porque mi personalidad es tan voluble, inconsistente e inestable que depende terriblemente de la seguridad que me proporcionan las personas que quiero.
Es esa fragilidad la que me hace estar tan alerta de todo, de analizar todo, lo que leo, lo que veo, lo que observo, cuando estoy con alguien detecto hasta lo impensable, estoy al tanto de las entrelíneas, los gestos, la voz, cada cosa, cada comentario. Mi cerebro lo procesa todo y lo almacena en pequeñas piezas como si de un puzzle se tratara y el día menos pensado cuando estoy tranquila mi cerebro une todas esas imágenes y las usa para boicotearme. Cuando desconfío de algo el 90% de las veces estoy en lo cierto.
Pero hoy y gracias a la terapia se que es mi personalidad rota, la que está mal, no es mi cuerpo, ni mi cerebro, ni el mundo, ni la vida, es mi “yo”, mis percepciones, la manera en que filtro cada cosa, cada momento, cada persona, cada expectativa y deseo.
En ocasiones rozo la brillantez y toco con los dedos cierta omnisciencia que me asusta y a la que no escucho… otras, rozo el absurdo y me convierto en un ser pusilánime e inútil , incapaz de pensar o de mover un dedo para poder hacer algo. Mi capacidad de empatía me sobrecoge y a veces me hace sentir desgraciada. Siento el dolor de las personas como si fuera el mío propio. Pero hoy se que no me gustaría sentir de otra forma. Se que soy inteligente, tengo mucha fuerza y carisma para sacar adelante mis proyectos y para motivar a los demás, se escuchar los problemas de las personas que acuden a mi y ayudarles a encontrar soluciones, aprecio detalles que muchas personas jamás podrán distinguir, disfruto con el arte, la música y la literatura, me gusta pintar, tocar instrumentos, escribir y ya no tengo miedo estar sola.
En mi entorno solo dos personas saben que tengo TLP, nunca he querido que me tratasen distinto o se compadecieran de mi porque eso es algo que odio y con lo que no me harian ningun tipo de favor. Y ¿Por qué cuento todo esto ahora? Porque quiero cerrar para siempre este capitulo de mi vida ahora que he acabado la terapia., y también lo hago, para que las personas que vivan con un trastorno que sepan que se puede superar, que podemos conseguir todo lo que nos propongamos en la vida como cualquier otra persona y que hay que tener muchísima fuerza de voluntad pero puede superarse. Es normal, absolutamente normal que en ocasiones nos sintamos tristes, desanimados, apáticos, un poco deprimidos, desalentados y disgustados con lo que nos sucede, eso es normal. Pero lo que no debemos aceptar es vivir así todos los días o la mayoría de ellos. Cuando tengas un mal día, proponte fervientemente que al día siguiente estarás mejor y al siguiente mejor aún. Debes acostumbrarte a crecer y a superarte cada día (sin excepción) y lograrás un nivel de vida mucho más satisfactorio. Acepta que tienes un trastorno pero no estas trastornado.
El resentimiento y la amargura por las ofensas sufridas son como piedras que arrastramos. A menos que nos deshagamos de ellas, no recobraremos la libertad de espíritu que antes teníamos y nunca podremos ser felices.
Hola Mónica, llevo mucho tiempo sin aparecer por el mundo del blog para comentar, hoy al ver tu entrada me llamo la atención y la leí. Cuando empecé a leer me puse triste, pero según he ido leyendo me ha ido apareciendo una sonrisa porque he comprobado que tu entrada la empiezas con amargura y la terminas con mucha positividad, eso me ha hecho sonreír. Si me permites el atrevimiento yo te diría que no cambies y sigas en esa línea, es fácil decirlo, lo sé, pero tú también sabes que al final se puede. Dite a ti misma todos los días YO SOY CAPAZ y mírate al espejo cuando te levantes y jamás dejes de repetirte lo mucho que vales. Todos tenemos más cosas buenas por las que vivir que malas por las que desear la muerte lo que pasa es que en nuestra amargura no las sabemos ver, pero están, tu sabes que están . Un beso grande Mónica y sigue así, siendo positiva aunque a veces cueste, no dejes jamás de mostrarle una sonrisa al nuevo día, la vida es un regalo aunque a veces la mochila que llevamos a cuestas este demasiado cargada, merece la pena seguir el camino
ResponderEliminarQuerida Mónica:
ResponderEliminarTenía preparada una entrada para colgar en el blog cuando he leído esta tuya y he preferido esperar para mañana ponerla, pienso que hoy debe quedar solo la tuya.
No quiero por este medio opinar sobre tu enfermedad porque aunque conozco más o menos como afecta, no puedo hacer juicio clínico. Sí sobre un par de cosas que dices y que espero entiendas bien.
Pienso que algunas personas son diferentes y esa diferencia se pueden entender de dos maneras; una es siendo un bicho raro y otra siendo una persona especial, entre una y otra existen dos polos opuestos.
Tener una enfermedad no es ningún delito, ni siquiera pienso que uno es culpable de tenerla, nadie en sus cabales pude querer estar enfermo, ni provocar estarlo, por tanto no puedes sentirte culpable ni compadecerte por padecerla.
Un camino de mil kilómetros comienza con el primer paso y aceptar y reconocer tu enfermedad es el primer paso para poder vivir con ella. Luego el optimismo, la serenidad y la verdad de tus circunstancias deben hacer el resto del trabajo.
Algún día cuando nos veamos, cuando quieras venir por aquí como en otras ocasiones, hablaremos de ello si lo deseas; de momento solo puedo dejarte todo mi apoyo y el de los míos para lo que necesites y cuando lo necesites, ya sabes que lo tienes.
Y te reitero otra vez una cosa, hay personas diferentes, y lo importante es distinguir que en vez de ser un bicho raro es mejor ser un “ser especial” y eso solo depende de ti.
Un beso muy fuerte.
Mónica: tu testimonio me ha conmovido. Creo, en mi modesta opinión, que todos tenemos vestigios de enfermedades raras. Me he sentido identificado con algunos aspectos negativos que describes. Creo que el resultado de tu conducta puede originarse a partir del trato que hayas recibido en la niñez y la adolescencia. Te puede ayudar un psicólogo, pero lo positivo es que puedas descargar esa angustia a través de escritos de hablar de ello con personas de confianza. Espero que todo vaya mejorando paulatinamente. Un fuerte abrazo de apoyo para tí.
ResponderEliminarAnimo Monica y a tirar para delante
ResponderEliminarMónica, me he quedado sin palabras... no sé qué decirte porque espero que nos lo digamos cuando nos veamos. Todo mi apoyo amiga y decirte algo que, sin duda, ya sabes, eres una persona a la que se hace muy fácil querer muy muy fácil. No sólo te lo digo yo, me consta que eres muy querida entre todo el grupo y sobre todo las niñas te adoramos. Sé que lo sabes pero a veces también es necesario oirlo. Un beso muy grande y sigue así, tan positiva y con tantas ganas
ResponderEliminarQuerida Mónica,
ResponderEliminarComprendo perfectamente lo duro que habrá resultado escribir estas letras, pero confío en que haya supuesto así mismo un gran alivio, te felicito por ser tan valiente ya que no es nada fácil enfrentarse al mundo como tú lo has hecho diciendo aquí estoy yo, con mis virtudes y mis defectos.
Sabes que desde el día que te conocí siempre he valorado mucho que eres diferente, una persona especial y quizás por eso desde ese día no he dejado ni un solo momento de llevarte en mi corazón, sin duda me costó mucho más al principio cuando aún no lograba comprenderte, cuando ese sube y baja continuo no tenía ningún tipo de explicación.
Me duele (aunque comprenda tus pensamientos) que digas que nunca te sentiste querida, porque a pesar de todas las vicisitudes a las que nos hemos enfrentado sabes que yo siempre estuve ahí cuando lo necesitaste y eso no es solo cuestión de amistad, de compasión ni de educación, creo que eso demuestra de sobra cuanto te quiero, cuanto te quise y cuanto te querré.
No creo que roces la brillantez solo en ocasiones, creo que eres una persona brillante y única en cada cosa que haces, en cada gesto, cada palabra de aliento que mandas a los demás en cada pensamiento, en cada cosa que recuerdas cuando todos han olvidado, por ello sí que me sorprende conociéndote que por fin te dignes a aceptar que eres una persona muy inteligente (superando la media con amplitud, con muchos coeficientes como tú dices… jijijiji), con una capacidad única para encontrar soluciones a cualquier problema, para recordar detalles y captar matices que para el ojo del resto de mortales nos llegan a resultar invisibles.
Por eso contemplar la vida junto a ti es tan bonito, aunque solo sea un ratito cada día, a través de una pantalla de ordenador, solo hablando por teléfono de vez en cuando y aunque solo nos veamos en contadas ocasiones.
Por ser como eres quiero tenerte cerca toda la vida y que pase lo que pase en el futuro, sea lo que sea que nos depare el destino que por supuesto aún no está escrito, espero que no intentes nunca alejarme de ti porque para mí nunca has sido una persona con problemas sino alguien que da color, alegría y luz a esta vida que tanto nos acostumbra a los tonos grises…
Ya sabes que te quiero mucho y que a mí me tendrás aquí siempre cerquita para que te ayude en este camino…
Un beso grande grande!!
Deray, alma gitana, muchas gracias por tus palabras. Hace ya algún tiempo que dejé de participar activamente en los blogs de mis amigos, pero no por ello he dejado de visitarlos y a tu casa, a tu blog, siempre acudo cuando me viene algún bajoncillo. Me gustaba apoyarme en tu poesía para sacar lo bueno de mi. Tu optimismo y tus ganas de vivir siempre me han transmitido mucha positividad. Quizá lo que te voy a decir te parezca una tonteria pero cada vez que hablabas de la feria, del pescaito frito, del fino, la música,hacias que pensara en todas las cosas que tenemos y con las que podemos disfrutar y es que aunque a veces pensemos que no podemos superarnos, la vida es un regalo y hay que valorarla. Un beso muy fuerte y muchas gracias por todo.
ResponderEliminarQuerido Opaito, gracias a ti, a Omaita, a Jose, a Ana, a MacGyver y a Popo hoy me siento mejor que en otros momentos de mi vida. Desde el primer día, sin apenas conocerme, me acogisteis en vuestra casa y para mi habéis sido y sois más que una familia. En vuestra casa siempre me he sentido muy querida y he disfrutado de una calma y de una tranquilidad que hacían que deseara que no pasaran las horas para no tener que regresar a mi casa. El cariño que he recibido por vuestra parte es mucho más, con diferencia, del que he podido recibir de mis propios padres en todos estos años.
ResponderEliminarOs habéis convertido en una parte fundamental de mi vida y la ayuda que me habéis prestado siempre, eso es algo que nunca podré olvidar y que no puede pagarse con nada de este mundo. Además, para mí y me consta que para muchas personas, sois el mejor ejemplo de superación y de cómo a pesar de todo, aún tenéis fuerzas para ayudar a los demás y de llevar alegría a sus vidas. Opaito muchas gracias por todo, os quiero mucho. Un besito muy fuerte
Soy (¿?) un yo-yo (bandalore, quiz, incroyable, l'emigrette o bronco), mi vida sube y baja sobre mi propio eje, tiendo de una cuerda que siempre está tirando o soltando, el mundo gira de manera impresionante y, para mí, en un abrir y cerrar de ojos mi perspectiva cambia, cada golpe puede ser mortal, como en el yo-yo, si es plástico, cada golpe lo debilita hasta romperse, si es de madera lo hiere y deja cicatrices de por vida...
ResponderEliminarEl jugador sólo está pensando en sí mismo, no en el yo-yo si no en cómo lo puede hacer actuar, nuestra sociedad sólo piensa en sus propios problemas y nunca se detiene a mirar al de junto, salvo que deba echarle algo en cara; en las noticias hablan más de cosas malas que de cosas buenas, los diarios pocas veces hablan de cosas felices... el de junto es como mi (el yo-yo) manipulador y yo por infinidad de circunstancias pocas veces detengo esa manipulación por miedo... miedo al abandono, miedo a la crítica, miedo al miedo, etc.
Mi estado de ánimo sube y baja todo el tiempo, a veces se mantiene oscilando abajo, otras arriba pero nunca en medio, euforia-depresión. El yo-yo actúa conforme el jugador lo mueva.
Yo como TLP actúo según órdenes preestablecidas socialmente que me dicen que mi conducta no es buena, me dicen cómo pensar y cómo actuar, me dicen que no debo cortar mi cuerpo y cuando lo hago lo disfruto porque el dolor que hay por dentro parece que pierda fuerza y todos mis sentidos se concentran en el dolor corporal, pero después la culpa no me suelta porque siempre me han dicho que autolesionarse es malo, es cosa de "locos"... Llorar cuando alguien muere, cuando alguien se va de nuestro lado para siempre, cuando la emoción grata nos arranca lágrimas de felicidad, por un determinado tiempo es bueno, se vive el luto, se desahogan las emociones y eso hace bien, pero llorar por lo que leo en el periódico o por que vi una película tremendamente triste es cursi y, por ende, no está bien visto... llorar porque se quiere, sólo porque sí, es malo, no encaja en los estándares... debo regirme por la estructura preestablecida porque a alguien se le ocurrió que eso estaba bien...
Giro en torno a un hilo que se tensa o se encoge pero si se desparrama se hace un caos... dicen que hay días buenos y malos en la vida porque así es la vida, no hay vida llena de felicidad ni vida llena de tristeza, siempre hay un punto medio, por eso si vivo triste estoy mal o si tengo pila de sobra estoy eufórica y por lo tanto también mal... PERO el yo-yo sube y baja inconteniblemente en poco tiempo y varias veces en un día... y el jugador, léase sociedad, familia o médico, dice que eso está mal... y es el jugador el que mueve al yo-yo... ¿quién está peor?... ¿soy o somos como un yo-yo?... o yo no entiendo qué carajos está bien y qué está mal y DÓNDE ESTOY YO (Léase INDIVIDUO pensante con intereses, fantasías, ideas, ilusiones, etc... que no encajan con lo preestablecido).
Imagine que está haciendo frente a un problema estresante de escasa importancia. En vez de buscar una solución aceptable al problema, su mente se ve invadida por el pánico. Desarrolla una sensación de desasosiego, posiblemente debidas a problemas estomacales ó pectorales. Sentimientos de ansiedad agravan esa sensación de malestar e inquietud en aumento. Este estado es seguido por un sentido de cólera que va en aumento – finalmente se convierte en un sentido de rabia tan extremo que le abruma – hasta el punto de que Usted llega a pensar que es excesivo. Durante los próximos minutos o incluso horas, otras sensaciones negativas afloran a su mente –incluso recuerdos negativos que le hicieron daño- hasta el punto de que Usted experimenta virtualmente todas las emociones negativas que un ser humano puede sentir.Se siente atrapado y vulnerable. Sus defensas psicológicas se sienten desbordadas por un insoportable dolor emocional. Se siente deprimido. Se siente incapaz de sobrellevarlo ya que su mente y su cuerpo están presos de un completo estado de pánico. Pierde su propia percepción de la realidad – saltando a una serie de conclusiones erróneas en un esfuerzo inútil de hacer que tenga sentido lo que le está pasando. Como la pena continua creciendo el sistema nervioso crea sensaciones grotescas tales como el sentimiento de vacío, entumecimiento muscular, y un sentido irreal de lo que le rodea. El pánico sigue aumentando hasta el punto de que se siente incapaz de desarrollar un pensamiento racional.
ResponderEliminarSu mente intenta buscar desesperadamente una salida al dolor emocional y busca soluciones al problema para intentar sentirse "normal". Pero, ¿Cómo puede sentirse normal sabiendo que una experiencia tan horrible volverá?. ¿Cómo se puede sentir normal otra vez cuando sus comportamientos autodestructivos e inapropiados son observados por su familia, amigos, jefes y/o compañeros de trabajo?. ¿Cómo se puede sentir normal otra vez cuando todos esos comportamientos desembocan en problemas financieros, interpersonales, físicos ó legales?.
Los enfermos borderline experimentan todo esto una y otra vez – especialmente cuando se enfrentan al estrés emocional.
Los Borderline harían casi cualquier cosa por hacer que la disforia desaparezca. La mayoría de su impulsividad y su sentido de autodestrucción es un esfuerzo por aliviar la disforia. Algunos borderline literalmente cortan sus cuerpos durante el estado de disforia para que ese dolor que sienten se enfoque solamente en un punto. Autolesionarse es menos doloroso que sentir lo que sienten y en la mayoría de los casos los alivia de la disforia.
Los borderline también sufren de intensos, frecuentes e imprevisibles cambios de estado de ánimo que pueden causar ¨distrofia¨ incluso sin estrés. Los cambios de estado de ánimo mutilan los esfuerzos del borderline por vivir una vida feliz. Los borderline son víctimas de una enfermedad increiblemente dolorosa aunque en su entorno piensen lo contrario.
Como las víctimas de epilepsia, distrofia muscular y neurofibromatosis los borderline no se merecen esta tortura ni pidiéndola ellos mismos. Los síntomas pueden ser tan desagradables para aquellos que se interrelaccionan con borderline que es muy difícil e incluso imposible para estos sentir un mínimo de compasión o entendimiento del problema. Los borderline quieren desesperadamente ser amados, pero su enfermedad hace que a veces parezcan imposibles de amar. Tienen horror a sentirse abandonados, pero se sienten sin fuerzas de mantener la enfermedad fuera y no destruir relaciones.
Todos los borderline necesitan consejo psicológico. Es casi imposible vivir durante años como un borderline y no necesitar ayuda psicológica. Mientras que los problemas fundamentales son probablemente estructurales dentro del cerebro, el borderline está abocado a una vida repleta de malas experiencias y unas actitudes inapropiadas para una recuperación.
ResponderEliminarLa psicología del pensamiento positivo es realmente de gran ayuda. Recomiendo con firmeza la reeducación masiva del cerebro. Dedique tanto tiempo como pueda durante un periodo de 3 a 6 meses a la lectura positiva de libros de autoayuda y a escuchar charlas motivacionales – especialmente las del orador Zig Ziglar.
No se debería dar ninguna medicación sin la apropiada supervisión médica. Algunas medicinas hacen que los síntomas borderline empeoren, especialmente la amitriptilina (Elavil) y la alprazolam (Xanax). Posiblemente un tercio de los borderline pueden sufrir baja tiroides (hipotiroidismo) a pesar de un test sanguíneo (TSN) normal. Pueden necesitar tomar medicación para las tiroides.
Salvador De Castro. Psicólogo
Todavía tengo que contestar a algunos de vosotros, pero quiero hacerlo cuando tenga un poquito más de tiempo para dedicaros el tiempo que merecéis, pero tras leer la opinión de Salvador, me gustaría aclarar algunas cosas para no confundir más a la gente que sufre de TLP.
ResponderEliminarEstimado Salvador, agradezco enormemente que haya aportado su opinión como experto pero creo que no deberíamos generalizar. Si bien es cierto que el TLP provoca todos los síntomas que ha descrito en el primer párrafo que ha escrito, al menos así es como lo siento yo, esto solamente ocurre cuando se sufre una crisis, que en mi caso y gracias a Dios y a la ayuda de mi psicólogo que ha sido fundamental en mi recuperación, con suerte me da una al mes, con lo cual más que centrarnos en el dolor y en las cosas malas de esta enfermedad, creo que la labor por parte de ustedes los profesionales, debería ser la de ayudar a las personas a motivarse, a enseñarles que todo pasa y que tras una crisis en la que solo deseabas morirte o hacerte daño, te das cuenta de que hay millones de cosas que nos pueden hacer sentir bien. Nosotros no necesitamos a un profesional que nos diga que la enfermedad es una putada, eso ya la sentimos quienes la padecemos. Con mi psicólogo he aprendido a que además de toda la parte mala que se encuentra en uno de los límites, también tenemos una parte muy buena, muchísimas personas que padecen tlp tienen un coeficiente intelectual que supera en creces a la media, gran capacidad creativa y ese poder de ver y apreciar los mínimos detalles de todas las cosas, gracias a nuestra capacidad de análisis porque aunque es ese analizarlo y desmenuzarlo todo lo que muchas veces nos lleva a la desesperación, también tiene su parte positiva que sale cuando leemos un libro, vemos una película, contemplamos un cuadro o simplemente disfrutamos de un momento y es ahí donde los profesionales tenéis que hacer hincapié, buscar fórmulas que ayuden a matar de alguna forma nuestra parte mala para que la buena se imponga cada vez más y esto solo se consigue con ejercicios para reforzar la conducta. Por otra parte también pediría la seriedad en los diagnósticos. He conocido a muchas personas con TLP que durante años y por un mal diagnóstico han estado siendo tratadas por depresión y tomando medicamentos que no han hecho si no agravar más sus problemas. El motivo por el que muchos pacientes dejan de asistir a las consultas de los psicólogos es porque realmente sienten que no les van a ser de ayuda. Tener a una persona delante apuntando cosas mientras hablamos y asintiendo con la cabeza a todo lo que decimos no nos sirve de nada. Ya que conocéis de sobra esta enfermedad deberíais saber que somos personas tremendamente prácticas, queremos hechos y ver resultados. Una consulta de la que no sacas nada claro no sirve si no para sentirnos defraudados y con la sensación de haber perdido el tiempo. Personalmente me he pasado años de psicólogo en psicólogo hasta dar por fin con alguien que realmente sabia de qué hablaba, alguien que por fin me comprende y entiende todas y cada una de mis reacciones y que en vez de aumentarme la dosis de pastillas o mirarme como a una loca, simplemente habla conmigo, entre los dos lo analizamos todo y estudiamos cada segundo de mis reacciones y me hace ver lo equivocada que estaba en esos momentos y yo siento en mi cabeza como todas esas imágenes y hechos que antes me resultaban confusos, comienzan a cobrar sentido y para la próxima vez se que intentaré no volver a equivocarme o que no me afecte tanto.
Las personas con TLP podemos llevar una vida absolutamente normal y podemos conseguir al igual que cualquiera todo lo que nos propongamos en la vida, si bien es cierto que tendremos que esforzarnos un poquito más para no despistarnos por otros caminos, una vez que estamos en el camino correcto, aquel que nos hace sentirnos felices y nos proporciona esa tranquilidad que tanto necesitamos somos capaces de conseguir todo lo que queramos.
Un saludo y nuevamente gracias por su aporte.
Les cuento que llegué acá buscando información sobre tratamientos para este trastorno que me afecta. Yo fui tratada hace cuatro años por depresión, bulimia y anorexia, dejé el tratamiento porque no había mejoras en mí si no que estaba cada vez peor. Empezaron a darme ansiolíticos, y por mala fortuna una mala médica no se dio cuenta que en lugar de ayudarme, había creado en mí una adicción. Luego de un episodio me diagnosticaron el trastorno borderline pero nunca fui a tratamiento por esto, ni siquiera sabía de qué se trataba, pensé que mi gran problema era sentirme gorda aunque en realidad nunca lo fui. Hace 2 años intenté quitarme la vida tomando pastillas con alcohol y haciéndome cortes en las muñecas, mi familia estuvo conmigo pero siento que mi padre no me acepta, que no soy la hija que le hubiera gustado tener, siento que para él soy una decepción. Mi padre piensa que me lo “invento” y me busco supuestas “enfermedades mentales”, que sólo quiero llamar la atención, que en realidad soy una irresponsable, que no quiero hacerme cargo de mi propia vida porque él siempre me dio “todo” (cosas materiales), pero esto que me pasa no lo puedo manejar yo, esto me maneja a mí… siento no tener el control sobre mí misma, cualquier suceso bueno o malo en mi vida me desborda…
ResponderEliminarNo puedo encontrar el equilibrio de nada, me encuentro encerrada en mis propios pensamientos, buscando los porqués de todo, actuando por impulsos, observando a los demás, sus vida, etc., dejándome llevar por los momentos, sin pensar, haciendo cosas que no van con mi esencia y después me arrepiento y me cierro, lo veo todo negro, todo mal...
Siempre me sentí diferente al resto, hoy pienso que estoy por volverme “loca”, aunque me doy cuenta de que sí puedo razonar, pero no actuar como persona “normal”, me doy cuenta que no estoy bien, que caigo y caigo, salgo y vuelvo a caer una y otra vez… hay épocas que me aíslo de la gente porque pienso que ellos se darán cuenta que soy rara, a veces me dicen que parece que no escucho, que estoy en otro mundo, que soy una persona muy fría, en realidad temo que me lastimen, tengo pánico al rechazo y no poder soportarlo si así sucediera.
Hay épocas, sin embargo, que parezco llevarme el mundo por delante. Aparento ser una persona segura, con mucha autoestima con todos aquellos que no me conocen, pero en realidad me siento la peor, me odio a mí misma, tanto que a veces me he lastimado físicamente, lloro y veo como estoy lastimada y es así como que me libero, es la forma en que me siento un poco más aliviada. Y pienso en mi muerte, me la imagino,pero no hago nada porque pienso en el sufrimiento que les causaría a quienes me quieren de verdad, entonces sigo sumida en el calvario del que creo que no puedo salir.
Quienes me conocen bien me dicen que soy una persona muy “especial”, con muchos sentimientos, como si fuera una niña que sólo necesita protección y cariño. Me siento muy sola aunque tengo mi familia, mis amigos y gente que me quiere, pero no me entienden, me siento vacía, pues nada de lo que haga por mí misma me llena, siempre estoy desconforme con todo, con mi trabajo, con lo que soy, con lo que tengo, desconforme con mi cuerpo, mi imagen, aunque todos me digan que soy tan linda, e inteligente!! que tengo todo para ser feliz!!!! aunque esté rodeada de chicos que quieren salir conmigo, me siento horrible, pienso que nadie pueda amarme de verdad. Aunque me vean totalmente capaz de obtener cualquier trabajo o de que si estudiara me iría bien, yo no me siento capaz de nada.
Por eso me odio a mí misma, no me soporto, no sé quien soy, no sé cómo soy,no sé cómo seguir, no sé cuál es mi camino, me siento perdida, sin sentido de la vida, no sé lo que quiero, no valoro lo que tengo, lo que hago... nada… es como vivir sólo porque respiro…
El solo hecho de haber hablado un poco sobre esto y sentirme comprendida e identificada con alguien más en el mundo me hizo sentir que no soy tan rara. Gracias. Cintia.
Hola Cintia,
ResponderEliminarLlevo un rato pensando en qué podría decirte porque quizá hoy no es uno de mis mejores días para dar consejos a los demás pero ya que has llegado hasta aquí, no quiero que te sientas desamparada al ver que no te digo nada.
El TLP es un trastorno de inestabilidad emocional. Un caos emocional continuo donde pensamos de una forma, sentimos de otra y nos comportamos de otra completamente distintas. Es incomprensible y somos conscientes de ello por lo que tenemos que esforzarnos en tratar de comprender por qué hacemos las cosas de una forma que se aleja de lo que de verdad sentimos y eso solamente podemos hacerlo con la ayuda de un profesional. De este modo, el mejor consejo que te puedo dar es que comiences una terapia porque tú sola no vas a poder con esto. Dices que te sientes incomprendida por tu familia, tus amigos y la gente que te rodea y esto no debe ser un motivo para que te vengas abajo o sientas odio hacia ellos. No podemos pretender que las personas nos entiendan cuando ni nosotros mismos nos entendemos.
No debes sentirte como un bicho raro porque no lo eres. No lo somos. Simplemente somos personas que tenemos un exceso de sensibilidad. Mi psicólogo siempre me decía que somos como las personas que tienen quemaduras por todo el cuerpo y que con el simple roce del aire sienten un dolor muy profundo. Solo que nuestro dolor no es físico y no se puede curar con paños de agua de fría.
Nuestro dolor pasa por la aceptación del mismo para poder derrotarlo sin que acabe por consumirnos.
No te voy a decir que es fácil porque no lo es porque aunque yo ya he terminado mi terapia hay días que me siento muy mal sin motivo aparente (y digo aparente porque aunque en ese momento no caigamos, siempre hay un motivo que nos hace sentir así). Esos días desearía poder recurrir a las pastillas para poder dormir hasta que ese malestar desapareciese pero soy consciente de que eso no me llevaría a ningún lado y saco las fuerzas de donde no las hay para intentar pasar el día lo mejor posible. Otras veces, cuando ni toda mi fuerza de voluntad consigue que pueda salir de ese lugar oscuro donde me encuentro, tengo que recurrir a mi psicólogo. Antes me costaba mucho llamarlo y explicarle que nuevamente estaba mal, lo veía como un fracaso, como una vuelta atrás en lo avanzado, pero hoy se que el fracaso sería no asumir que lo necesito, que sus palabras y su percepción de mi realidad son las que consiguen que no me sienta como una loca porque hablar con alguien que no te juzga y que te aporta soluciones es de vital importancia para ayudarnos a superar esos momentos.
Y es que la recuperación es como cruzar un puente. Para cruzarlo es importante conocerlo y saber a dónde vas y por qué quieres cruzarlo. Aunque esto lo tengas muy claro hay factores como la impulsividad ( intentar cruzarlo de un salto por ejemplo), que te pueden dificultar el propósito. El psicólogo puede ayudarte a ver las cosas de forma más clara y a estar más atento a las indicaciones o sugerencias. Y aunque eso no es suficiente, es un compañero imprescindible en este viaje.
Solamente me queda decirte que no te desanimes, no te aísles del mundo porque tienes muchas cosas buenas que aportar a los demás.
Quiero recomendarte también un libro que leí hace tiempo y que se titula “Diamantes en bruto” de Dolores Mosquera y que al contrario que otros libros que solo contienen información tremendista y pesimista, este libro es como un soplo de aire fresco que te ayudará a comprender muchas cosas y permitirá que te sientas mejor. Un beso.
Mónica, no sé cómo llegué a tu blog, no lo conocaía y entré por casualidad desde una búsqueda en google. Y me encontré con este post. Es casi surrealista leer toda tu descripción de lo que te pasa, podría haberlo escrito yo. Es tan perfecta tu explicación de lo que se siente vivir con TLP, me siento identificada en cada palabra. Todos tenemos nuestra forma de castigarnos, eso es personal de cada uno, pero los sentimientos que nos llevan a eso, la forma de vivir las situaciones como si fueras un espectador sin ninguna responsabilidad por lo que está sucediendo. Y al mismo tiempo sentirse constantemente culpables, sufrir por el sufrimiento ajeno. Realmente me hace bien saber que alguien puede entender perfectamente lo que me pasa, que no estoy sola en este mundo pasando por esto. Y que digas que se puede superar es una luz inmensa para mí. Vivo con el miedo constante a que mi vida nunca pueda cambiar, que todo se repita una y otra vez. Me das una esperanza. Gracias y espero que sigas en ese camino y seas muy feliz.
ResponderEliminar