Nada impide que un individuo sienta preferencia por un deporte u otro y que esa afición la haga extensiva a un deportista concreto, unos determinados colores , una selección que represente a una nación, un club que se identifique con una ciudad, un pueblo o acaso un barrio. Nada que objetar siempre y cuando se haga desde el respeto hacia quien teniendo la misma afición, tenga, no obstante preferncia por otros colores o símbolos deportivos. Incluso desde mi forma de ver, aplaudo la apasionada pero pacífica tertulia que pueda generar un determinado evento deportivo.
Días atrás ya hice un comentario sobre lo que ya no estimo tan saludable, como es la manipulación interesada de las personas para que a través de estas inclinaciones deportivas, se expresen frustraciones, inquinas personales y/o colectivas totalmente ajenas al deporte y a lo que en esencia debe representar este y se acabe prostituyendo el espíritu de la deportividad a favor de intereses políticos de bajo nivel.
También me pronuncié en su día, hace ya muchos meses, sobre los vergonzosos ingresos de aquellos que son, reconocidamente, superdotados en su especialidad deportiva, pero que en cuanto a su calidad humana se encuentran en las antípodas. Vergonzosos son sus ingresos y penoso que sean precisamente los menos favorecidos quien paguen semejantes fichas de forma directa o indirecta, vamos lo que podríamos resumir como “ser cornudo y pagar la cama”
Pero hoy no quiero abundar en lo que ya he hablado, hoy lo que me ha sorprendido y no de forma muy grata precisamente y quiero compartir aquí es el espectáculo de unos señores, Diputados para más señas, que no han dudado en disfrazar a los leones que presiden las escalinatas de entrada al Palacio de las Cortes con bufandas, banderas y otros enseres haciendo suyos, de esta manera, unos elementos ornamentales de algo que nos pertenece a todos y que aunque aparentemente pacíficos no dejan de recordarnos que están hechos con material bélico (cañones) requisados durante la guerra de África en 1.860. Pero lejos de acabar aquí a escasos metros el portavoz de un grupo parlamentario, nacionalista catalán para más señas, se enfundaba una camiseta con los colores del equipo rival en el encuentro del final de la copa del Rey de esta noche, dando de esta forma el contrapunto a los primeros.
Como decía al principio, no estoy en contra de que se sientan de forma tan viva unos colores determinados, lo que me parece una frivolidad por no decir una payasada es que se haga pública esta afición de esta forma.
Estoy absolutamente convencido de que existen lugares y momentos mucho más apropiados y políticamente más correctos para estas demostraciones, que la fachada del edificio donde estos mismos señores, se les supone, con absoluta dedicación y neutralidad, deciden el futuro de nuestro país y por ende de todos nosotros, y lo de neutralidad lo digo porque al ejercer políticas que nos afectan a todos seamos afines o no a sus partidos o ideas debieran hacerlo pensando precisamente en el conjunto y no en el parcial. Tampoco el día, segundo del debate del estado de la nación, ha sido el más oportuno para hacerlo, salvo que con ello quieran darnos a entender que quien se presta a este tipo de bufonadas, es porque tan bufón lo es fuera como dentro, haciendo patente de forma oficialaquello que de la política todos imaginábamos, pero a lo que aún intentábamos negarnos: que la política es un circo donde unos hacen juegos de manos, otros se columpian y muchos otros hacen payasadas mientras al resto de la ciudadanía nos hacen pasar por el aro.
A ver si un día de estos damos con la fórmula que nos permita a nosotros, los enanos, crecer y de esta forma arruinarles el circo a estos elementos.
Y en cuanto al partido de esta noche, ojalá que el buen juego y la deportividad sean losvalores predominantes y se haga bueno lo de que gane el mejor.
Un abrazo a tod@s
miércoles, 13 de mayo de 2009
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A mí el deporte no me interesa, entre otras muchas razones, por las q usted expone en su entrada. Un abrazo fuerte, Opaíto, soy Ana, de Absurdilandia, con una cuenta independiente de la de Locuán.
ResponderEliminarY visca el barça!!
ResponderEliminarque los diputados hayan acabado poniendole bufanda a los leones del congreso no me extraña...
ResponderEliminar...hace ya una temporada larga que dentro se comportan como verdaderos hooligans