Pues ya tenemos nuevo culebrón durante estos días, una vez que se ha confirmado que la muerte de Michael Jackson fue un homicidio, el Propofol y el Lorazepam, administrados por el doctor Conrad Murray, provocaron el fallecimiento.
Según las primeras conclusiones oficiales como consecuencia de la autopsia del cantante muerto el pasado 26 de junio, las pruebas toxicológicas revelan además de Propofol y el Lorazepam, la presencia de otros fármacos como midazolam, diazepam (Valium), lidocaína (un anestésico tópico) y efedrina. Según círculos cercanos a Jackson esta bomba solía llamarle el cantante “mi biberón”.
Pero aunque se trate de un homicidio y siempre según fuentes policiales, no implica que existan cargos criminales contra el Doctor Murray, que es el blanco de las investigaciones de la policía. El propio Doctor ha declarado que le estaba administrando drogas para dormir, incluso la noche anterior a su muerte le inyectó lorazepam y midazelam y Jackson había tomado valium por su cuenta sin que el propio doctor tuviera conocimiento de ello.
Murray también ha declarado a la policía que “él se negaba a administrarle el propofol porque sospechaba que el cantante estaba haciéndose adicto a ella, que probó, en rápida sucesión, toda clase de narcóticos genéricos. Hasta que pasadas las diez de la mañana –sin que ninguno de los dos durmiera ni un minuto- claudicó y le administró el propofol por vía intravenosa. Agotado y aturdido él mismo, se fue al baño. Al volver Jackson ya no respiraba”.
Una vez más se confirma y por desgracia no será la última, con la impunidad que ciertos médicos se “venden” para satisfacer la adicción de famosos y adinerados. Conrad Murray cobraba una auténtica fortuna por “cuidar” de Jackson, aunque eso conllevara recetarle y administrarle “bombas medicinales” que le pudieran llevar a la muerte, sin la menor intención de llevarle la contraria. Pero no ha sido solo Murray el único medico que se “vendió” a Jackson, hasta cinco doctores estuvieron anteriormente a los servicios del cantante y todos son sospechosos de suministrar sustancias adictivas y peligrosas.
Creo que la autopsia de Jackson ha levantado una caja de truenos que pronto estallará en una parte de la sociedad norteamericana.
La de los médicos que se “venden” a las adicciones de lujo, de sus pacientes adinerados.
Tiempo al tiempo.
sábado, 29 de agosto de 2009
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Está claro que a la gente se le nubla el norte con el dinero y no atienden al más mínimo sentido común. Porque ellos ya no eran médicos sino simples camellos.
ResponderEliminarUn abrazo
Estas muertes se convierten en Leyendas Urbanas con el paso de los tiempos.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial
Poderoso caballero es don dinero. ¿Quien es más culpable el que compra o el que se deja comprar? El que compra sabe que siempre encontrará a quien se deje comprar, y en una sociedad que tiene por Dioses al dinero, la riqueza y la fama o la notoriedad, es difícil mantenerse íntegro, y una vez has claudicado la pendiente se hace muy pronunciada.
ResponderEliminarUn abrazo.