Ayer leyendo la entrada de nuestro cargante oficial “El Cabreado Enmascarado” me vino a la cabeza la mala suerte que tenemos en nuestro país al no tener un tercer partido político que sirva de alternativa a los dos grandes, PSOE y PP y esto es muy negativo para el ciudadano y la política.
Hace años el PC o luego como Izquierda Unida (IU), ocupaba ese lugar donde los votos de de sus propios militantes y los indecisos le daban buenas razones para incordiar al gobierno de turno. Una vez que Julio Anguita despareció de la política o por las continuas discrepancias de las distintas ramas del partido o las anticuadas y radicales ideas que a veces tenían los miembros de IU, el partido se fue diluyendo hasta el punto de desaparecer no solo como tercer partido en las generales, sino que con la ayuda final de Llamazares, IU tuvo los peores resultado de su historia tanto en los comicios generales, autonómicos y locales; la supervivencia de los comunistas ha estado en un filo de quedar en el ostracismo.
Y es ahora, en momentos en que los votantes fieles del PSOE reniegan de su voto y están dispuestos a entregárselo a otro partido de alternancia que no sea la derecha, tienen un gran dilema y un más que serio problema. El voto del socialista no se entrega al PP, por convicción y por honor, es un insulto a los ideales de izquierda y sabe que un voto a IU es un voto perdido, puesto que mientras este partido no arregle sus problemas internos y tenga un líder con el suficiente carisma para arrastrar a los de sus ideas, será difícil que el socialista de toda la vida haga uso de un voto que puede ser inútil.
Luego está el voto del indeciso que se deja llevar por la amenaza de "el miedo" a la derecha, últimamente ha sido el que ha movido la balanza de las generales, ocurrió con Aznar que se llevo una gran cantidad de indecisos que dieron su voto anteriormente a Felipe González y ocurrió luego con Zapatero que se adueñó del voto de castigo por los casos “Irak”, “Atocha” y “Prestige”.
Con respecto al voto de la derecha el PP tiene seguro y muchos, no solo el de sus afiliados, también los de todos aquellos mayores y jóvenes que ven en los gobiernos de izquierdas un alto índice de corrupción, malas maneras, destrucción de valores y sobre todo un tremendo deterioro económico y de seguridad que le hacen sentirse desprotegidos. Desde que existe la democracia, el PP o en su día los partidos de centro derecha han tenido un electorado fiel que lo ha demostrado en las urnas, excluyo aquellos indecisos que les votan o quitan el voto según y cómo gobiernen.
Los beneficiados por estos supuestos son los partidos nacionalistas y tal como están funcionando y los pactos tan absurdos que hacen, tampoco son grupos de alternancia, en todo caso con frecuencia sirven de acompañantes o socios del gobierno y "siempre por conveniencias".
Por tanto realizado este análisis, llego a la conclusión que esa masa importante de ciudadanos que pueden ser indecisos o votantes de izquierda, sin afiliación, se encuentran cuando están descontentos que a la hora de votar no tiene un partido con peso suficiente para entregarle su voto y normalmente el voto es emitido de nuevo con desgana o se pierde en la abstención, lo que beneficia a cualquiera de los dos grandes que una vez más se hacen con el poder y aplican el rodillo.
Creo que sería bueno que los ciudadanos empezáramos a buscar ese “tercer partido” para las próximas generales. Sería bueno para España y seria también muy positivo para que tanto PSOE y PP empezaran a preocuparse y no gobernar con la prepotencia que han gobernado últimamente.
Sería bueno no solo para los indecisos, lo es también para esa grandísima parte del electorado que suele decir eso de “yo no pertenezco a ningún partido, pero ….”, ese es un voto útil y si me lo permitís decisivo, es el que no sale en las encuestas y el que al final da las sorpresas.
Se habla de Rosa Diez y su UPyD, yo personalmente hasta hoy no puedo decantarme por ella, se habla mucho tanto bien como mal, pero sin embargo me parece un buen principio porque al menos me transmite esperanza de un nuevo movimiento. Creo que hay que seguirle la pista, informarnos como se mueve y sobre todo saber sus intenciones, porque aquí vale más las intenciones y los hechos, que las palabras y las criticas, para eso ya llevamos una buena temporada soportando a ZP y a Rajoy.
Zapatero es odiado y repudiado actualmente por el electorado, Rajoy aunque sube en las encuestas no es querido tampoco por los ciudadanos, se le tacha de ñoño, criticón y escaso carisma, amén de haber perdido ya dos combates con Zapatero, la mayoría de los ciudadanos no consideran que sea la persona apropiada para presidir el país, así que ahora mismo la cosa está turbia.
Duran y Lleida le ha tendido una mano a Zapatero proponiéndole un pacto, ya hace meses opiné que esta sería la mejor solución a la situación actual, pero como también dije en otra opinión me huele que Zapatero confía que para final de verano las cosas mejoren y disuelva las cortes para convocar elecciones aprovechando la coyuntura que le habrá favorecido de nuevo en la intención de voto. Zapatero hincharía pecho por haber superado el bache, aunque por el camino haya dejado millones de parados, montones de medianas y pequeñas empresa finiquitadas y jubilaciones lesionadas irreversiblemente; a él le dará igual, pero hinchará el pecho y se proclamará asimismo el salvador, conociéndole como le conocemos, su orgullo y prepotencia le impedirá dimitir y aceptar ayuda. (Ojalá me equivoque).
Por tanto nos queda la posibilidad de ir preparándonos para una tercera opción o preparando a una tercera opción, según queramos decirlo. Si no es en verano, nos quedan casi dos años aún, creo que es tiempo suficiente y está en nuestras manos.
Lo importante es no votar, porque no queda otra, a los dos de siempre que al final gobiernan de forma bananera, democrática, pero un gobierno bananero al final. Una tercera opción no solo nos daría nuevas oportunidades, haría más factible un gobierno comprometido y cuidadoso con el ciudadano, además tendría siempre a su espalda el fantasma de la puerta de salida cada cuatro años.
Creo que ya está bien que tanto el PSOE como el PP sigan jugando con nosotros un partido de tenis, hoy la pelota en mi pista, mañana en la tuya. El pueblo no merece que jueguen con él y menos cuando los jugadores son tan malos. De ti y de mi depende.
Tiempo al tiempo.
miércoles, 10 de febrero de 2010
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Ahora mismo la tercera opcion no esta clara como tampoco lo esta una primer o una segunda...A mi me da que esto va a ser como la dos ligas que gano el madrid: se las llevo el menos malo aunque en realidad uno prefiera lo que paso el año pasado en terminos futbolisticos y es que GANÓ EL MEJOR¡¡¡ Ojalá algún día se traslade esto a la política...un abrazo
ResponderEliminarY en quien confiar??? ya da la sensación que todos estan cortados por el mismo patron :(
ResponderEliminarBesitossssss
Y el partido de Rosa Diez, no representa otra alternativa?
ResponderEliminarDigo yo.
Saludos
Alijodos tienes razón ninguna opción está clara y lo malo es que siempre ocurre lo que dices que el mas malo sale como bueno, es triste.
ResponderEliminarTodos estan cortados por lo mismo Mar, opinas correctisimamente, ojala que alguien se salga de ese corte.
Leticio ya ves que puse que Rosa Diez puede ser esa tercera opción, es la que tiene más papeletas, pero para eso tiene que creerselo y despues creerla nosotros.
Gracias a los tres por vuestros comentarios
Hay un tercer partido amigo, LA BANCA Y LOS MEDIOS, recuérdalo en las próximas elecciones y los verás allí presentes, gane quien gane, siempre ganan ellos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Interesantísimo análisis Opá. Eso sí, creo que cuando hablas de falta de opciones no deberías limitarlo solo a la izquierda, ya que si esa misma desunión en torno al líder se produjera también en la derecha...¿a quien votaría ésta?¿Cual sería su opción?
ResponderEliminarEl problema de esta sociedad lo han nombrado tú mismo en tu análisis. 'El voto del socialista no se entrega al PP, por convicción y por honor, es un insulto a los ideales de izquierda'.
Mientras la gente no deje de mirar a los partidos políticos diferenciándolos entre izquierda y derecha, no se podrá dar vía libre al voto real de los ciudadanos. Dejemos que la democracia recoja el testigo del poder y olvidemos definitivamente la partidocracia que nos hunde irremisiblemente en el fondo del agujero en el que estamos metidos.