viernes, 12 de junio de 2009

TRAS LAS ELECCIONES EUROPEAS

Hola a tod@s:

Ya se han celebrado las elecciones al Parlamento Europeo y como siempre ocurre en estas cosas, cada cual arrima el ascua a su sardina y, salvo los que se descalabran, todos los partidos se muestran satisfechos.

El hecho real, lo indiscutible es que en toda Europa han ganado las formaciones de derechas frente a las de izquierdas.

No haré análisis de otros países que bastante tenemos con el nuestro y es que, resulta una vez más, curioso y paradójico lo que aquí ocurre aunque a fuerza de años es a la vez previsible.

Como estamos inmersos en una crisis brutal bajo un gobierno de izquierdas, los españoles votan en masa a la derecha. Para castigar al PSOE dicen algunos. Curioso castigo el que le infligen siendo el propio castigador el que resultará castigado. Vamos, es como si un padre para castigar por las malas notas a su hijo, se pusiera a trabajar más horas en su centro laboral.

Y con ello me he permitido la licencia de utilizar el mismo argumento que ha utilizado el PSOE en su campaña apelando al voto del miedo. Creo tener el derecho a hacerlo porque ni formo, ni formaré parte de este ni de ningún gobierno, mi época de político aunque de ámbito municipal pasó ya a la historia, y por lo tanto no tengo que aportar ideas o programas que es lo que le ha faltado a la izquierda o mejor dicho les ha faltado a los grandes partidos y a los pequeños aunque las tuvieran no les han dado las mismas oportunidades de darlas a conocer.

La crisis no la ha creado este gobierno, ni la hubiera evitado un gobierno del PP, la crisis es tan general como lo es la pandemia de gripe porcina y no deberíamos olvidar que el empleo lo fomenta, lo mantiene y lo destruye, en pocas palabras, el capital y generalmente este está en manos de personas más próximas, o mejor dicho, que si se tuviesen que posicionar lo harían escorando a las derechas más que a las izquierdas aunque en realidad acostumbran a ser personas sin ideología y sin escrúpulos ni sentimientos, salvo el dinero. Ya sé que es un análisis muy simplista pero en origen las cosas son así. Ha sido la cultura del enriquecimiento desmesurado, fácil y rápido a nivel global, mundial, el que ha propiciado este gran problema.

Y por ello, uno no sabe si por miedo y para tener contento al “amo” votamos a la derecha o es una cuestión de rabieta y como decía de castigo masoquista.

Escuchaba a mis compañeros de trabajo decir que este gobierno, el que tenemos, no ha hecho nada socialmente reseñable y que lo que ha hecho, lo ha hecho mal. Me muerdo la lengua para no responder porque habría que diferenciar entre lo que se quiere y puede y lo que se quiere pero no te dejan y mirar por encima del propio ombligo para descubrir que hay muchos más.

Cuando Felipe González gobernaba, algunos asuntos oscuros relacionados con prácticas económicas poco ortodoxas aireadas por el PP y unos medios de comunicación que habían roto el idilio mantenido durante años con los socialistas hicieron que este cayera haciendo buena aquella frase del “Váyase Sr. Gonzalez” que con tanta gracia pronunciaba el entonces diputado Sr. Aznar y que se convirtió rápidamente en un latiguillo de uso nacional como el “manda güevos” así con g y diéresis del entonces Presidente del Congreso Federico Trillo. Que cosas, siempre nos quedan en la mente los dichos de la derecha.

A las izquierdas no se les perdonan los deslices monetarios y de otras muchas índoles y en cambio a las derechas parece como si se les pudiera aplicar el todo vale.

En la comunidad Valenciana y en la de Madrid los escándalos que han aparecido en los últimos meses y que están bajo trámite judicial, lejos de provocar un severo castigo a los políticos que rigen dichas comunidades como cabría esperar, ya que son incapaces de dimitir, han producido el efecto adverso, han aumentado el número de votos y así de esta manera se crecen.

Hay quien arguye que como en el espectro de la izquierda hay muchas posibilidades y en el de la derecha no, es por eso que le es más fácil ganar a estos últimos. Mal argumento el que persigue una bipolaridad ya demasiado evidente. Los grandes bloques hacen que cuando se tenga el poder se tienda a aplicar los “rodillos” y eso siempre es perjudicial aunque es lo que vivimos en otros países como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y claro está, no vamos a ser menos que los demás.

Para mí o en mi opinión, cuando quiera castigar a la izquierda o más concretamente al PSOE por lo de la opción dominante, votaré otra opción de izquierda, siempre que sus propuestas se aproximen a mis pensamientos, o sencillamente votaré en blanco pero nunca votaré a aquellos cuyas ideas son diametralmente opuestas a las mías, no se me ocurriría votar un partido independentista por ejemplo, de la misma forma que no votaría a quienes pueden permitir o alientan, por ejemplo, la flexibilidad del mercado laboral ¿Aún más? o a quienes intenten coartar mis libertades personales que ya bastante limitadas las tenemos. Tampoco me quedaría en casa, aunque ganas no me falten, como han hecho miles y miles de votantes socialistas, pues claramente se ha visto a quien han ayudado con su decisión.

Pero bueno, “Ale jacta est” la suerte está echada y nada podemos cambiar en Europa en los próximos cuatro años, ahora solo queda esperar el resultado de las habas que a calderadas se están cociendo en este país.

Un abrazo a tod@s.

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