Hola a todos, aquí os dejo esta entrada que ha preparado Mónica pero que ella misma no puede publicar (chiquilla a ver si arreglas ese ordenador de una vez), espero que os guste:
Si todavía no habéis decidido vuestro destino de vacaciones, me gustaría recomendaros algunos sitios de Galicia, en concreto de la zona de la Coruña que convertirán vuestras vacaciones en inolvidables al estar rodeados de un entorno envidiable lleno de zonas verdes y tranquilas y gente muy amable y amigable. Es un recorrido desde la Coruña hasta Finisterre.
Comenzamos nuestro viaje en la CoruñaCasi todo el mundo conoce Santiago de Compostela, pero pocos conocen La Coruña ciudad, algo que no puedo entender, pero que sin embargo sucede. Toda la provincia de La Coruña es sencillamente preciosa pero es que la ciudad de La Coruña es una de esas ciudades bonitas, amplias, llenas de encanto, un lugar maravilloso para visitar y también para vivir.
La Coruña es una ciudad de mil puertos, siempre mirando al mar. En realidad es una península besada en su frente y mejillas por el mar y el viento. La parte norte, con su Torre de Hércules posee parajes agrestes y playas preciosas.
A su lado izquierdo, las playas de Riazor y Orzán, y a la derecha el Puerto de La Coruña.
En el centro, el entramado de callejuelas que guardan los misterios de esta ciudad milenaria, con las grandes cúpulas que presiden la plaza de María Pita y alrededor de ella, decenas de callejuelas empedradas con miles de tascas donde degustar los buenísimos productos de esta tierra y este mar, y siempre ascendiendo, el barrio marinero que aún conserva los misterios de esta gran dama. Siempre es un placer recorrer esta ciudad llena de encantos y de secretos, de belleza discreta pero que sabe captar la atención y la devoción del viajero que llega hasta ella.
Salimos de La Coruña enfilando la Avda. de Finisterre (C-552) o la Avda. de Arteixo (A-55) hacia Arteixo, a donde llegaremos en unos 10 minutos; nada más entrar en el pueblo tomaremos un desvío a la derecha que indica las playas.
Siguiendo la carretera que bordea la costa encontraremos una detrás de otra preciosas playas, grandes, tranquilas, lejos del mundanal ruido, de arena fina y blanca, y eso sí, de fuerte oleaje. La primera es Valcobo, mi favorita, un paraíso de playa; la siguiente es Barrañán, la nudista (otra maravilla rodeada por un acantilado) y la normal.
Justo después aparece el precioso y pintoresco pueblo de CAIÓN (es como una pequeña península adentrada en el mar) con su playa.
Siguiendo la costa llegamos a la impresionante playa (4 km de largo) y marismas de BALDAIO, un ecosistema de gran valor ecológico: aquí habitan un variado número de aves acuáticas y todo tipo de mamíferos (nutrias, tejones, zorros...). Dispone de una amplia zona de camping.
La siguiente parada de nuestra ruta será el pueblo de RAZO para hacerle una visita a las meigas; el monte Neme (neme=sagrado en antiguo idioma celta) es un excelente mirador natural para disfrutar de unas vistas únicas que se vuelven mágicas durante una puesta de sol; en la cima del monte se cuenta que era donde celebraban sus reuniones las meigas, en un cromlech (círculo de piedras) que fue destruido por las extracciones de wolframio durante la II Guerra Mundial.
El siguiente pueblo es MALPICA, el ambiente marinero llevado a su máxima expresión, es la típica estampa de mar embravecido, gritos y cánticos de los pescadores, subastas en la lonja y constante revoloteo de gaviotas. Tiene una preciosa y amplia playa donde cada año se celebra un torneo de surf.
Desde el pueblo seguiremos la ruta natural que conduce hasta el Cabo de San Adrián y su ermita al límite de los acantilados y las Islas Sisargas, un rico ecosistema escogido por miles de aves para su reproducción, algunas de ellas en peligro de extinción.
Siguiendo la costa llegamos a CORME, el pueblo del percebe por excelencia; en el mítico Cabo Roncudo, por el que las olas ascienden como si se lo quisiesen tragar, es donde ha nacido hasta ahora el mejor percebe del mundo.
Entre sus rocas hay enormes cruces de piedra que recuerdan a los percebeiros muertos.... una puesta de sol en este lugar, con el mar embravecido, es, sencillamente, impresionante....
En julio se celebra en este pueblo la Fiesta del Percebe, que atrae en masa a miles de visitantes....
No podemos dejar de visitar la mítica Pedra da Serpe a la entrada de la cercana aldea de Gondomil; se trata de una roca sobre la que está tallada una serpiente alada, de origen celta, que se cree que era un antiguo altar utilizado por los druidas.... con la posterior cristianización de estas tierras se colocó sobre la roca una gran cruz de piedra y se creó otra leyenda para acabar con tanto culto pagano: San Adrián pisó fuerte para acabar con las serpientes del lugar y todas corrieron a refugiarse bajo la piedra en cuestión...
Retomando la AC-424 seguimos hasta PONTECESO, tierra del gran poeta y autor del Himno Gallego Eduardo Pondal; antes de llegar al pueblo merece la pena tomar un desvío hacia el Alto das Travesas, donde se pueden disfrutar magnificas vistas y del Monte Blanco, unas kilométricas dunas y un rico ecosistema de aves migratorias, además de coto de angula, lamprea, salmón, trucha... (aquí se mezclan las aguas del Atlántico con las del río Anllóns)
Siguiendo el camino llegaremos a la preciosa y recogida playa de Balarés, además de maravillosas y solitarias calas.
Saliendo de Ponteceso por la AC-430, nuestra siguiente parada obligatorio será el pequeño pueblo de CABANA para visitar el Dolmen de Dombate, que data nada más y nada menos del 3000 a.C; en su interior se encontraron inscripciones pintadas consideradas por los arqueólogos de las más importantes del megalítico europeo.
Cerca, en la aldea de Borneiro, se encuentra la Cibdá Celta, uno de los castros más antiguos de Galicia, del siglo VI a.C. Es recomendable visitarlo en verano, ya que la visita es guiada y te explican detalladamente cómo era la forma de vida.
Después de esta pequeña intromisión hacia el interior regresamos a la costa por la AC-431 hasta la turística y señorial villa de LAXE con su enorme arenal.
En el pueblo hay importantes muestras de arquitectura medieval, como la Iglesia de Santa María de la Atalaya, del siglo XIV, donde además de antiguos condes reposan las víctimas del naufragio del Adelaide, un barco inglés hundido en 1830.
Laxe goza de una tranquila playa de 2 km. de extensión en el centro del pueblo y rodeada de un paseo marítimo.
En lo alto del monte Cornaceiras, la capilla de Santa Rosa domina el pueblo y la ría. Todos los años, el 30 de Agosto se celebra una romería, en la que miles de devotos acuden a honrar a su patrona.
En sus inmediaciones podemos ver un cruceiro del siglo XVII, levantado por un vecino de Laxe en agradecimiento por haberse salvado de un ataque pirata, y los restos de un antiguo molino de viento.
Saliendo de Laxe hacia Camariñas y desviándonos por un pequeña carretera que sale cerca del Pazo de Leis, podemos encontrar el resguardado arenal de Soesto. Es una playa de reducidas dimensiones -850 metros de extensión- , y se caracteriza por ser un arenal retirado, tranquilo, de arena fina y de aguas a veces mansas y muchas otras fieras que rompen contra la dureza de la costa rocosa del mar abierto. Playa ideal para la práctica del surf y por eso el último fin de semana de Agosto tiene lugar en sus aguas la celebración de pruebas deportivas pertenecientes al campeonato de España.
A continuación de la playa de Soesto, siguiendo la línea de la costa en dirección a Camariñas, podemos encontrar esta playa, la playa de Arnado, ideal para los amantes de la tranquilidad, porque se trata de una cala de unos 90 metros de arena fina, con un pequeño embarcadero, que da paso a la playa de Traba.
La playa de Traba es sin duda la playa más grande, agreste, y con más valor medioambiental de todas las que hay en Laxe. Tiene casi tres kilómetros de longitud y está rodeada por un inmenso arenal, con dunas, marismas y una laguna costera cargada de leyendas, entre las cuales, se cuenta que bajo sus aguas está enterrada por castigo divino la ciudad de Valverde.
Seguimos con nuestro camino y enlazamos con la AC-432 y cogemos el desvío hacia CAMELLE, un antiguo emplazamiento vikingo y un pequeño y bello puerto marinero que conserva en sus calles el encanto de antaño. Sus gentes, la mayoría dedicadas a la pesca, tienen la fama de ser gentes de mar que, arriesgando sus vidas, ayudaron en el salvamento de los muchos barcos naufragados en estas costas.
De uno de esos naufragios, el del buque inglés City of Agra naufragado en 1897, se conserva la campana en la iglesia del Espíritu Santo.
Al entrar en Camelle, tomamos la desviación a la derecha que nos guiará hasta el final del puerto, donde encontraremos uno de los museos más curiosos de Galicia: un museo de piedras de las más diversas formas y colores que durante muchos años ha creado un personaje llegado desde Alemania en 1962 y que se quedó cautivo de estas tierras: Man, el alemán de Camelle, el cual, falleció en Diciembre del 2002, días después de que el Prestige derramara todo su carga de hidrocarburos en esta costa, afectando gravemente a su Museo.
El museo propiamente dicho es una recolección de piedras, huesos de animales y artes de pesca, perfectamente conjuntados. Predominan las formas esféricas y circulares de vivos colores que ocupan buena parte del muelle.
Como rezaba en la entrada, 'Ver 1 euro', el precio de la entrada era de 1 euro por persona y otro euro si llevaban cámara de fotos. Man nos daba unos lápices de colores y una libreta donde nos pedía que hiciéramos un dibujo de lo que veíamos y que firmáramos con nuestro nombre y fecha de nacimiento. Estaba prohibido fumar ya que Man 'no quería humo en su cielo'.
Salimos de Camelle y seguimos con nuestra ruta hasta Camariñas. Podemos aparcar el coche en el puerto pesquero para poder pasear por todo el pueblo.
Si hay una estampa típica de Camariñas son el grupo de palilleiras que, con mucha paciencia, van tejiendo esos preciosos encajes de bolillos que son exportados a todos los lugares del mundo. La característica principal del encaje de bolillos de Camariñas es que es realizado a mano entrelazando hilos sobre una almohada siguiendo un dibujo previamente realizado en cartón o picado.
Esta técnica, proveniente de los intercambios comerciales con los puertos de Flandes en el Siglo XVI, se ha ido desarrollando en esta zona hasta llegar al grado de perfección. Manteles, sábanas, colchas, paños, trajes de boda.... son creados por estas artesanas que, palillo a palillo, alfiler a alfiler, logran mantener viva esta expresión artística única.
No podemos irnos de Camariñas sin visitar el Faro del Cabo Vilán, el cual es el faro más carismático de la Costa da Morte. Antes de llegar a él, debemos pasar las playas salvajes de Area Longa, Reira, Balea, Pedrosa, en un lugar conocido como Mar de Reira y el parque eólico situado en el Alto da Vela, que aprovecha toda la fuerza del viento que sopla en este lugar.
El lugar donde está ubicado Cabo Vilán es impresionante. Enfrente a él, el Vilán de Fora es el peñasco separado de la tierra por el paso que llaman O Bufardo. Aquí el mar lo llena todo de su blanca espuma y el viento, presente casi todos los días, esculpe las rocas de los alrededores formando figuras de las más variadas formas.
Dentro del faro, el edificio que sirve de vivienda está separado de la torre. En la planta baja existe un pequeño museo donde podemos ver algunos elementos que forman la historia de este faro, como la primera linterna utilizada.
Salimos de Camariñas con destino a Muxia. Lo más característico del pueblo es el Santuario de la Virgen de la barca, situado al mismísimo borde del mar; se trata de una enorme piedra que desafía todas las leyes de la física y que está absolutamente lisa por la erosión del viento; como todo en estas tierras paganas, era un escenario de antiguos ritos célticos, hasta que la cristianización llegó y cambió los cultos: la tradición popular cuenta que la Virgen se acercó en barca hasta aquí para reconfortar al Apóstol, desesperado ante el paganismo gallego; la enorme roca es lo que quedó de dicha barca petrificada.
Cada año miles de romeros intentan balancear la piedra para lograr la buena disposición de la Virgen de la Barca, la patrona de los marineros ... aunque cristiano, este rito sigue teniendo reminiscencias paganas, ya que los antiguos celtas utilizaban este tipo de piedras para probar a los delincuentes (si no conseguían balancearlas eran culpables) o para demostrar la fidelidad conyugal. Dentro del Santuario se pueden ver numerosas miniaturas de barcos fabricados por los marineros para lograr la protección de la Virgen.
Saliendo de Muxía por la carretera pegada a la costa podemos disfrutar de impresionantes y típicos paisajes de la Costa de la Muerte, de más calas y de la hermosísima playa de Lourido, hasta llegar al hermoso y también fatídico CABO TOURIÑÁN, el más occidental de Galicia y lleno de rocas de extrañas formas. Es el punto más traicionero debido a un bajo de rocas que sólo se ve cuando la marea está baja.
Siguiendo hacia el sur por la costa, y pasando por los pueblos de Nemiña y Lires, recreándonos con las vistas y las salvajes playas, llegaremos por fin a las tierras de FISTERRA. Antes de adentrarnos en la escalofriante carretera bordeada por acantilados que se dirige al faro, haremos una pequeña parada en la aldea de Duio, que esconde una preciosa leyenda: en tiempos muy antiguos existía aquí una ciudad, que castigada por su paganismo, fue literalmente engullida por el mar; sólo se salvaron dos bueyes de un vecino llamado Gures... aunque después de vagar por la zona acabaron muriendo también ahogados... pues bien, al borde mismo del mar hay dos enormes rocas con la forma de estos animales, conocidos como “Os bois de Gures”....
En el Monte Facho cerca de esta antigua ciudad se realizaban los ritos celtas de adoración al sol, el mismo cuya visión “engullido” por el mar horrorizó al primer romano que pisó estas tierras..... Así que empezó el mito del “Mare Tenebrosum” habitado por temibles monstruos y estos confines fueron bautizados como “Finisterrae” o FIN DEL MUNDO.
Siguiendo la citada carretera por fin llegaremos al mítico Faro, construído en 1853 y con un alcance de 65 km
Y por fin acabo, solamente daros las gracias de una forma especial a los que hayáis aguantado el rollo estoicamente, es una entrada especial para mí porque se trata de hablar de mi tierra que tanto quiero; una tierra de tragedias, naufragios y bravura, pero también llena de historia, leyendas, magia y de abrumadora belleza.
Por cierto.... no os vayais de Galicia sin probar una buena mariscada....
A mí me ha parecido una entrada preciosa, no sé a vosotros...